Pero en Ginebra también había espacio para seguir soñando con motores de gran cilindrada y grandes deportivos como era el caso de Porsche, que presentaba el 911 cabriolet, el Macan S o las versiones T de sus 718. Lamborghini, Rolls Royce, Bentley y muchos carroceros lograban la atracción de todas las miradas.
GoodYear también mostró un nuevo neumático que servirá, al mismo tiempo, como hélice en los futuros coches autónomos voladores. Entre las marcas ausentes destaca Jaguar (que por cierto ganó con su modelo eléctrico i-Pace el título de coche del año en Europa), además de Land Rover, Volvo, Ford y Opel, que dejaron espacio libre en el recinto ferial suizo.