El CSIC concluye que las joyas del Tesoro de Recouso, en Oroso, son obra del mismo artesano

Susana Luaña Louzao
s. luaña SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

cedida

La colección de orfebrería castreña que fue hallada en torno a 1920 se expone al público desde el 2002 en el Museo das Peregrinacións de Santiago

31 oct 2017 . Actualizado a las 17:38 h.

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) del Instituto de Ciencias del Patrimonio de Santiago de Compostela llevan una década estudiando la metalurgia protohistórica de la Europa Atlántica, y desde el año 2011, analizando el conocido como Tesoro de Recouso, una colección de orfebrería castreña que fue hallada en el Castro de Recouso, en Oroso (A Coruña) en torno a 1920 y que desde el 2002 se expone al público en el Museo das Peregrinacións de Santiago. El equipo que coordina el arqueólogo Xosé-Lois Armada, investigador Ramón y Cajal en dicho centro, ha constatado que el interior de las joyas que componen el tesoro no es metálico, sino que contiene diatomeas, algas unicelulares que pueden encontrarse tanto en aguas dulces como saladas.

El estudio se realizó mediante análisis con microscopio de tres arracadas -colgantes de oreja con cadenilla- que presentaban roturas, pero se extenderá a las demás piezas -16 en total-. En todo caso, Xosé-Lois Armada cree que ya se puede concluir que las demás joyas presentarán un relleno similar, lo que permite avanzar algo que hasta la fecha no se sabía, «que fueron fabricados en el mismo taller y por el mismo artesano».

Ya se tenía constancia de sedimentos de tierra en joyas del Castro de Masma de Mondoñedo, pero es la primera vez que se constata la presencia de algas, «se supone que para darles consistencia y peso a las joyas», cree el investigador.