La Luna se rompe

Juan Ramón Vidal Romaní DIRECTOR DEL INSTITUTO GEOLÓGICO PARGA PONDAL

SOCIEDAD

04 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los que viven al lado del mar saben del influjo de la Luna sobre la Tierra, mueve el agua que cubre la superficie terrestre subiendo y bajando el nivel del mar cada 6 horas. Pero además de la oceánica hay otro tipo de marea. Cuando dos cuerpos rocosos como la Tierra y la Luna están próximos, se producen las mareas rocosas que deforman los planetas y satélites del Sistema Solar, agrietándolos a veces. En la Tierra, los efectos de las mareas rocosas producidas por la Luna son de dimensiones milimétricas, inapreciables sin medidas muy precisas. Pero en la Luna los efectos son mayores, hasta el punto de que nuestro satélite se está rompiendo. La nave de la NASA LRO (Lunar Reconnaissance Orbiter) observa la Luna desde el 2010 y ha descubierto que su superficie está rota por 6.200 fallas que han levantado bloques de mas de 10 kilómetros de largo, decenas de metros por encima de la superficie. Se pensaba que se debía a la contracción de la Luna por enfriamiento (aun está caliente desde su formación hace 3.800 millones de años). Pero la distribución de las fallas sobre la superficie lunar lo niega. La órbita lunar es una elipse de baja excentricidad a una distancia de la Tierra de 356.000 kilómetros en el perigeo y 406.000 en el apogeo. Los valores máximos de las tensiones gravitacionales se producen cuando la Luna se sitúa más lejos de la Tierra (apogeo). Todo indica que las fallas de la Luna son activas, lo podrá confirmar la red sísmica instalada en la Luna y el estudio de los sismos lunares (lunamotos) que producen las fallas al moverse. Cualquier día nos despertamos con varias lunas.

Juan Ramón Vidal Romaní es director del Instituto Geológico Parga Pondal