Nueva fricción entre el Vaticano y Pekín, que no tienen relaciones desde 1951
11 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El Vaticano informó ayer de que el sacerdote chino José Yue Fusheng, ordenado el pasado día 6 obispo de Harbin (China) sin el permiso del papa, ha quedado excomulgado automáticamente, a la vez que abogó para que las autoridades chinas «no promuevan gestos contrarios al diálogo con la Santa Sede».
Los obispos que participaron en la ordenación tendrán asimismo que dar explicaciones. En otros casos similares, los asistentes aseguraron que fueron obligados por las autoridades chinas. Esta no es la primera vez que es excomulgado un obispo chino ordenado sin la aprobación de papa. El anterior fue Lei Shiying, de la diócesis de Leshan (provincia de Sichuan).
En China existen entre 8 y 12 millones de católicos, divididos entre los pertenecientes a la iglesia controlada por el Gobierno comunista, conocida como «Patriótica», y la clandestina, fiel al Vaticano y perseguida por Pekín.
Uno de los puntos que enfrenta al Vaticano con Pekín es el nombramiento de obispos, pues la Santa Sede reclama que sólo pueden ser designados por el papa, mientras que la Iglesia Patriótica los ordena sin el visto bueno papal.
El Vaticano y China no mantienen relaciones diplomáticas desde 1951 y, para reanudarlas, Pekín exige que la Santa Sede rompa previamente con Taiwán y no «interfiera» en los asuntos internos chinos.