La ONU busca en Poznan alternativas a Kioto

Paco Soto

SOCIEDAD

02 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Unas 14.000 personas, entre delegados de 183 países, representantes del mundo empresarial y científico, y ecologistas y movimientos sociales de diversa naturaleza, se reúnen desde ayer y hasta el día 12 en Poznan, en el centro de Polonia, en la 14.ª Conferencia de Cambio Climático de la ONU. Debatirán y negociarán resoluciones sobre medio ambiente, que deberán ser aprobadas el próximo año en Copenhague (Dinamarca) de cara a las directrices internacionales que deberán entrar en vigor a partir del 2012. Las citas principales en la conferencia de Poznan serán las reuniones de los órganos subsidiarios encargados de la puesta en marcha del Convenio Marco de las Naciones Unidas y del Protocolo de Kioto sobre el cambio climático.

El Protocolo de Kioto, que inició un primer período de compromisos internacionales sobre el clima del planeta, finaliza en el 2012. En el 2007, se llevó a cabo en Bali (la India) una ronda de negociaciones destinada a alcanzar un nuevo acuerdo mundial, y la conferencia de Poznan se ha fijado el objetivo de mantener el impulso político necesario para hacer viable un nuevo acuerdo en Copenhague. La conferencia de Poznan analizará los progresos realizados durante este año en materia de medio ambiente e intentará acordar mecanismos internacionales para hacer frente al cambio climático, desde el punto de vista tecnológico y financiero.

Los representantes de los Estados, algunos investigadores y, sobre todo, los movimientos ecologistas advierten del peligro de que la actual crisis financiera y la recesión económica que atenaza al mundo, sobre todo a los países altamente desarrollados y los emergentes, frenen la lucha contra el calentamiento global.

Los más pesimistas creen que las medidas a favor del rescate del mundo financiero y del relanzamiento de la economía relegarán a un segundo plano la estrategia por un planeta más habitable. Las grandes divergencias en la UE entre los Estados posindustriales de Europa occidental y los poscomunistas evidencian lo difícil que es llegar a acuerdos duraderos en materia de medio ambiente.