Las estrellas mataron al chef

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés REDACCIÓN

SOCIEDAD

SAMIRA BOUHIN

Bernard Loiseau, uno de los cocineros más reputados de Francia, se suicida después de que una influyente guía gastronómica rebajara la puntuación de su restaurante

25 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

La comida en Francia significa más que la vida. El reputado cocinero Bernard Loiseau, miembro destacado de esa estirpe de elegidos que encabeza Paul Bocuse, eligió el lunes morir antes que enfrentarse al deshonor y a la ruina en la que desemboca la decadencia. Loiseau, que a sus 52 años trabajaba para ser a la cocina lo que Pelé fue al fútbol, no consiguió encajar la decisión de la renombrada guía GaultMillau que en su última edición recortó la puntuación concedida al exclusivo restaurante Cote d'Or que el francés regentaba en la ciudad de Burgundy de Saulieu, al suroeste de Francia. Por su cabeza rondaba además el rumor de que la Guía Michelín iba a borrar las tres estrellas con las que desde 1991 venía celebrando las habilidades en los fogones de este perfeccionista precoz que cogió su primera sartén a los 14 años. Nadie duda en Francia de que Bernard Loiseau se suicidó y son muchos los que relacionan el drástico desenlace con la pérdida de enteros de sus restaurantes entre los influyentes críticos gastronómicos, que en su momento saludaron la reclasificación a la baja del arte de Loiseau como «una inyección de realidad a sus ampulosos egos». Para Patrick Mayenobe, director de la GaulMillau , la muerte de Loiseau no es una cuestión de estrellas. «No es una nota lo que le ha matado. Este gran cocinero tenía seguramente otros problemas». Pero lo cierto es que una buena puntuación en las dos guías más prestigiosas de Francia constituyen una garantía de éxito para cualquier restaurante. «Los críticos juegan con nosotros -declaró al periódico Le Parisien el cocinero Jaques Lameloise-. Nos suben o nos hunden. Creo que fue lo que le hizo romperse». Además de un reputado cocinero, Bernard Loiseau era algo más. En 1998, en una acción sin precedentes, se convirtió en el primer restaurador francés que cotizó en bolsa, una aventura que últimamente se estaba convirtiendo en su pesadilla, pues las acciones de la compañía no hacían más que caer. El trágico suicidio de Loiseau tiene antecedentes. En 1671, el jefe de camareros de un banquete en honor a Luis XIV se apuñaló hasta morir tras ser informado de que el pescado previsto para la cena no iba a llegar a tiempo.