El lento ocaso de la movida nocturna

Brais Capelán SANTIAGO / LA VOZ

ORDES

C. Picado

El cierre de discotecas como LP45 y Palladium obliga a hosteleros de diferentes concellos a inventar nuevas fórmulas para tratar de mantener la clientela

27 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuántas veces se habrá utilizado la frase: «Ya no se sale como antes». Pues bien, se trata del concepto perfecto para vislumbrar la situación que viven los locales nocturnos de los concellos de la zona de Santiago. La crisis y los cambios en las modas han arrastrado a muchas discotecas hacia el precipicio. Sin embargo, hay hosteleros que se muestran optimistas pese al lento declive de la movida nocturna.

Ordes

Lo primero, unirse. Tras la transformación de LP45 en un plató televisivo, el ocio nocturno en Ordes se ve limitado a una decena de locales que continúan trabajando. «Salvo en días puntuais, como cando había unha festa grande, non vamos notar o peche da discoteca», afirma Pablo González, de la asociación Movida Ordes, que engloba a varios locales de la zona. Para el hostelero, lo principal ahora es unirse (hay tres negocios que han reabierto sus puertas y se integrarán en el grupo) con el fin de llevar a cabo iniciativas que garanticen la afluencia de clientes durante la temporada de invierno. «En verán é normal que haxa moita menos xente, salvo nas festas de Ordes, xa que as verbenas tiran máis», explica González, y sostiene que el último año fue «un dos mellores». «LP45 xa levaba dous anos abrindo pouco. O verdadeiro baixón deuse antes. Cambiaron as modas e a crise afectou. Aquela época non se vai volver repetir», concluye.

Melide

Un negocio en horas bajas. Otro de los concellos conocidos por el gran ambiente nocturno que atesoraba hace unos pocos años es Melide. El referente entre los locales de la localidad era Palladium. Hace un año y ocho meses que la emblemática discoteca no abre sus puertas y, «polo de agora, así seguirá durante unha tempada». «Non hai o volume de xente de hai anos e os costos do local son elevados. Tomamos a decisión de cambiar a orientación do negocio porque non lle sacabamos rendibilidade», explica Miguel Castro, que junto a su hermano Javier es propietario del grupo Palladium. El empresario afirma que en Melide «non hai unha visión de negocio» en el sector hostelero: «A xente que ten locais lévaos como algo secundario, pero para nós é a nosa forma de vida». Castro lamenta la «falta de profesionalidade» de ciertos hosteleros de la zona que ejercer, a su modo de ver, competencia desleal con ofertas y promociones varias. Sin embargo, el grupo de los hermanos Castro todavía gestiona tres locales en Melide, donde afirman que «aínda se mantén un certo fluxo de xente, pois é cabeza de comarca e está ben situado». Miguel Castro no cree que la competencia de otras localidades haya afectado y considera que la crisis fue el detonante del desplome de la movida melidense.

Santa Comba

Iniciativas como paliativo. La fiesta nocturna de Santa Comba tampoco se libra del descenso de clientes en sus locales de ocio. Sin embargo, los hosteleros locales no cesan en su intento de revitalizar el ambiente a través de iniciativas como la que tuvo lugar hace unas semanas, cuando contrataron a El Combo Dominicano. «Aquel sábado foi bárbaro. Houbo moita xente», así de rotundo se muestra José Antonio García, propietario de Coppelia, uno de los principales locales de la rúa Galicia, la zona de fiesta por excelencia de Santa Comba. Al igual que en otros lugares, «en verán baixa moito a xente polas verbenas, pero a partir deste mes xa se nota o repunte». José Antonio reconoce que «non hai tanta xente coma hai dez anos», pero sostiene que «a situación non é para alarmarse». «As cifras seguen sendo boas e pronto abrirán de novo tres locais», explica. Sobre las causas que han influido en esa bajada de clientes, el hostelero sostiene que «o descenso de poboación na zona afectou á movida», ya que «pasouse de 14.000 habitantes a uns 8.000 en dez anos». También coincide con sus compañeros en señalar a la crisis como el gran detonante.

Touro

Dona Dana para rato. Otra de las discotecas históricas se resiste a cerrar sus puertas. La sala Dona Dana busca arrendatarios que lleven el negocio este invierno, aunque de no haber interesados serán los propios socios los que la abran, «aínda que se programen só dúas noites ao mes». Así lo confirma Ignacio Codesido, alcalde de Touro y propietario del local desde donde se emitía Luar. «A sala é moi grande e non nos queremos arriscar a tela baleira, pero despois de 35 anos non vamos pechala», asegura.

Santiago

Reencuentros y despedidas. Se podría pensar que la afluencia perdida en los concellos de la comarca podría haber recalado en Santiago, cuyos locales de ocio se nutren principalmente de miles de estudiantes. El adiós de Don Juan, la discoteca más antigua de Compostela, vino acompañado de la reapertura de Liberty bajo el nombre de La Facultad. Además, el resto del pastel se lo reparten salas como Ruta y Apolo, acompañadas de decenas de pequeños locales en el casco histórico, con ambiente a partir de los miércoles y ahora en plena negociación con el Concello sobre la homogeneización de criterios de cumplimiento de las licencias.

En Touro continúa abierta Dona Dana, aunque con escasas noches de actividad a lo largo del mes