El personal de Yáñez demanda un plan de viabilidad o una «resolución ordenada do posible peche»

o. p. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Xoán A. Soler

Aluden a una situación laboral insostenible, por los atrasos en los salarios y falta de piezas para trabajar

23 abr 2025 . Actualizado a las 21:41 h.

Personal del grupo Yáñez secundó ayer una jornada de huelga convocada por la CIG en los centros de trabajo de A Coruña, Ferrol y Santiago, con concentración final en estas últimas instalaciones de A Rocha para denunciar «a situación laboral insostible que padecemos, non só polos atrasos salariais senón polas inexistentes condicións laborais, porque non temos pezas para facer o noso traballo». Así lo indicaba el delegado de CIG en A Coruña, Jesús Rodríguez, quien exponía que desde el pasado septiembre venían exigiendo a la empresa el pago puntual de las nóminas, que llegaron a retrasarse hasta los días 10 o 15 del siguiente mes. Explican que desde Yáñez justificaron aquellos retrasos por problemas puntuales de tesorería «derivados de investimentos erróneos, asegurando que dispoñía de fondos para resolvelos».

Pero la situación se ha visto agravada con impagos, de mes y medio en algún centro, y de medio mes en Santiago tras haberse abonado estos días la mitad de la nómina de marzo. Apuntan el empobrecimiento de unos operarios que sin cobrar deben afrontar los gastos de desplazamiento a sus puestos. La plantilla exige información sobre el futuro del grupo, que según les comunicó el administrador que lleva el preconcurso de acreedores (con plazo hasta el 8 de junio tras una reciente prórroga) arrastra una deuda de 7 millones de euros a proveedores y a Volkswagen.

Desde CIG exigen a la dirección de Yáñez o al administrador concursal soluciones urgentes para revertir la situación, bien mediante un plan de viabilidad o, de ser necesario, «unha resolución ordenada do posible peche». Hasta la fecha, aseguran que entre las pocas propuestas recibidas se mencionó una posible reducción del 50 % de la plantilla, opción que consideran «inaceptable sen un diálogo previo». El cuadro de personal está conformado por cerca de 120 trabajadores, 44 de ellos en Santiago. El sindicato valorará convocar nuevas movilizaciones y huelgas si no se presentan propuestas serias, al tiempo que recuerdan que si la empresa entra en concurso de acreedores todos los pagos quedarían paralizados, con la gestión dependiendo íntegramente del administrador concursal. Tanto Rodríguez como Pedro Capelo, delegado sindical en Santiago, y Ángel Pérez, delegado de Ferrol, instan a empresa y administrador a actuar con transparencia y responsabilidad «para resolver esta crise que ameaza o futuro laboral de máis de cen familias galegas».