Superado el período de lo que tradicionalmente se consideraban los cien días de gracia del gobierno, y que estos tiempos de perpetua precampaña han convertido en una antigualla del calibre de aquel toro que vislumbraba el salón desde la atalaya del televisor, parece oportuno repasar algunos hitos de este arranque de mandato en Raxoi. Y uno se queda con dos, por la trascendencia que se les supone para las intenciones del nuevo gobierno y las herramientas de gestión con que se arma para tratar de llevarlas a cabo. La primera comparecencia clave la protagonizó el concejal de Facenda para despedir agosto. Manuel César puso negro sobre blanco, entre otros conceptos, la raquítica ejecución presupuestaria del Concello durante el primer semestre del año, la abultada rémora de las facturas pendientes de liquidar a los proveedores y el elevado porcentaje de los ingresos municipales que Raxoi destina a pagar las nóminas de sus trabajadores. Fue aquel un ejercicio de transparencia sobre la gestión heredada, una forma de compartir con los ciudadanos lo que los nuevos administradores parecían haber encontrado en una caja de zapatos al fondo de la buhardilla. Y el segundo momento llegó esta semana, con el anuncio de la nueva reorganización del Concello que se traduce en un incremento notable del número de asesores del gobierno municipal y la duplicación de los altos cargos por el decreto firmado por Goretti Sanmartín para habilitar cinco nuevas direcciones de área en Raxoi. Todo eso tiene un coste para las arcas municipales, lo que es tan obvio como la necesidad de un bipartito que suma 8 concejales de los 25 del pleno de nutrirse para poder gestionar. Y aunque por los cálculos que están saliendo a la luz el importe de esa factura no será precisamente liviano, podrá considerarse bien invertido si el concejal de Facenda comparece el próximo 31 de agosto con una sonrisa y desgrana unas cifras de los 12 primeros meses de gestión del actual gobierno muy distintas a las que desgranó hace cinco semanas. Él mismo se impuso este reto cuando cifró en un 20,74 % el índice de ejecución presupuestaria del Concello hasta junio. Queda mucho que pedalear por delante.