Paula López: «La inteligencia artificial mejora la vida de la gente, no hay que tenerle miedo»

borja casal SANTIAGO / LA VOZ

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La directora adjunta del Citius participa en líneas de investigación estratégicas para la UE
La directora adjunta del Citius participa en líneas de investigación estratégicas para la UE PACO RODRÍGUEZ

La directora adjunta del Citius (USC) reivindica las posibilidades de unas tecnologías que serán claves en el futuro que plantean los fondos de recuperación europeos

16 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Doctora en Física, experta en circuitos y desde hace unos meses nombrada, oficialmente, responsable de una red europea que impulsa el talento joven. Paula López es la directora adjunta del Centro Singular de Investigación en Tecnoloxías Intelixentes (Citius) de la USC, referente en España de una revolución que ha llegado para quedarse: la de la inteligencia artificial (IA).

-El último año ha sido de especial movimiento para muchas iniciativas relacionadas con la IA. ¿Cómo lo están viviendo?

-Ciertamente están siendo unos meses de mucha actividad en el centro. Está claro que la inteligencia artificial está siendo una de las iniciativas fuertes de la Unión Europea y el impacto que genera en la vida de las personas está ahí. Todo eso está colocando el foco en la IA y la demanda de trabajadores especializados es cada más importante, de ahí la propuesta de la USC para crear el grao en IA, que se impartirá en las tres universidades.

-En ese contexto, el Citius gana cada vez más proyección.

-Recientemente, la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, presentó la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA) en el Citius. Eso fue un punto importante y pone de manifiesto la relevancia del centro en España.

-En su caso acaba de ser nombrada como coordinadora de la red de formación europea Menelaos.

-El proyecto arrancó el año pasado gracias al profesor alemán Otmar Loffeld, que lanzó la propuesta. Es una red europea para la formación de doctores que involucra a varios países y que financiará a 15 investigadores para hacer una tesis en el marco del proyecto. La idea de Menelaos es ser capaz de hacer más con menos y ahí aparece la sensorización inteligente.

-¿Podría explicar brevemente en qué consiste esa idea?

-Hay un paradigma matemático que es el sensado compresivo que lo que hace es intentar recuperar información a partir de un volumen de datos más pequeño de lo habitual. Por ejemplo, no generar imágenes de muchos megapíxeles, sino ser capaz de usar menos datos para procesar información. Eso conlleva un ahorro de recursos en almacenamiento, transporte o procesamiento. Es un paradigma distinto al del big data; la idea es ser consciente de que en muchas situaciones no es necesario procesar tanta información. A veces confundimos datos con información, pero no es necesariamente lo mismo. Un volumen grande de datos contiene una determinada información, pero quizá puedes recuperar esa misma información con un volumen menor. Por eso, este paradigma hace que los sistemas sean mucho más eficientes y ahí entra el Compressive Learning, que involucra a la IA y es capaz de entrenar redes para partir de menos datos y conseguir lo mismo.

-Desde fuera del mundo investigador, parece que la IA no está en el día a día de las personas.

-La inteligencia artificial ya está en nuestras vidas, por ejemplo en los algoritmos que seleccionan la publicidad que vemos en los móviles u otros que ayudan con las decisiones médicas. A veces no somos conscientes, pero está ahí. La inteligencia artificial mejora la vida de la gente, no hay que tenerle miedo. Es un paradigma que abarca muchas cosas: está todo el tema del aprendizaje y las redes computacionales neuronales, pero es solo una de sus muchísimas facetas. Uno de los proyectos en los que participo, que lidera el profesor Víctor Brea, es el proyecto Misel. Nuestra contribución está orientada a lo que se llama computación inteligente en el borde, que es el procesamiento no en grandes servidores, sino a partir de chips inteligentes que sean capaces de hacer lo mismo con menos.

-¿Dónde se podría aplicar?

-En el proyecto trabajamos con cámaras que pueden procesar la imagen en el propio dispositivo, a diferencia de las convencionales que solo la captan. Eso ahorra recursos, pero también permite asegurar la privacidad de los usuarios: si tú quieres detectar eventos, no tienes que capturar la imagen como tal, donde se puede identificar a una persona. A lo mejor te interesa solo saber si ha pasado un coche, pero no cuál es su matrícula o quién iba dentro. La salida no es tanto una imagen, sino un evento; es decir, las coordenadas de la imagen en las que se ha producido un evento. Mediante la inteligencia artificial definimos qué es ese evento; por ejemplo, que haya pasado un objeto a determinada velocidad o distinguir un pájaro de un avión o un peatón de un coche. La idea es llevar la IA a la computación en el borde y ese es otro tema candente en la UE.

—Otro de los temas que rodea a la inteligencia artificial es el aspecto ético. ¿Existe un control sobre los usos de la IA?

—Todos los proyectos europeos tienen una revisión en aspectos de ética. Es algo que se ve con muchísimo cuidado y detalle, tanto en España como en Europa. En cualquier caso, la inteligencia artificial es una herramienta, no un enemigo y el problema está en el uso que se le pueda dar.

«El proxecto Nós es una oportunidad única para el gallego»

Los fondos de recuperación de la Unión Europea (Next Generation) tienen muy en cuenta todos los proyectos que implican digitalización y nuevas tecnologías. Todo ello para ganar competitividad gracias a la innovación, pero también para mejorar la vida de las personas, tal y como pretende el proyecto Nós.

-Esta semana se presentó el proyecto Nós, que les involucra junto al Instituto da Lingua Galega.

-Este es un proyecto de país y sobre algo muy concreto. Cuando alguien piensa en inteligencia artificial piensa en ordenadores o en cosas abstractas, pero aquí la IA trabaja con la lingüística. El objetivo de Nós es poner el gallego en el centro de todas las cuestiones digitales. Hablamos de generación automática de textos, de sugerencias o de traductores automáticos. Es una oportunidad única y puede ser un antes y un después para el uso del gallego en las tecnologías digitales. Por nuestro bilingüismo, a veces vemos cosas en castellano y parece que ya vale, pero es importante que el gallego esté. Si no, otros idiomas ocuparán ese foco.

-Utilizar dispositivos de voz como Siri o Alexa en gallego sí que tendría efectos en el día a día.

-Este es uno de los ejemplos de cómo la IA puede tener un impacto tremendamente positivo en la sociedad. Para la página de MeteoGalicia desarrollamos una tecnología que te lee el mapa del tiempo en gallego de formas distintas. Es más, el texto que aparece incluye variantes dialectales del gallego de la zona que buscas, porque como gallegos que somos tenemos un montón de vocabulario para referirnos a la lluvia o a la nieve. Y todo eso, que coloca al usuario en el centro, utiliza técnicas de inteligencia artificial.

-De su centro han salido distintas empresas con bastante éxito.

-En el Citius se han incubado varias experiencias de transferencia importantes. Una de ellas es Situm, que a día de hoy emplea a más personas que el propio Citius y sus tecnologías se están aplicando en más de 40 países. Son referentes en las técnicas de posicionamiento en interiores sin utilizar GPS y han desarrollado una tecnología para Aena que permite ubicarte en la terminal T4. Si eso se exporta, el nivel de implantación será tremendo.

-Y si esa investigación genera dinero, ¿hay retorno para la USC?

-La universidad tiene una unidad de transferencia y valorización de la investigación que se encarga de eso. Cuando una tecnología que surge en la universidad se transfiere hay unos acuerdos en función del tipo y de los porcentajes de investigación, pero todo eso revierte económicamente y hay retorno para la USC.