Bugallo inicia su ofensiva para modificar el proyecto de la intermodal

r. m. / S. L. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El alcalde defenderá el martes ante la presidenta del ADIF que la ciudad requiere una actuación más ambiciosa en el Hórreo

13 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Cerrada la «densa, intensa e positiva» ronda de contactos institucionales con el presidente de la Xunta, el arzobispo y el rector, Xosé Sánchez Bugallo comenzará con su ofensiva institucional para intentar comprometer al Gobierno central con una estación de tren más ambiciosa y con un nivel de equipamientos que ahora mismo no se prevé. El alcalde asume que con las decisiones tomadas en los últimos años, la terminal que quiso promover en su día ya no será posible, pero también defiende que el planteamiento actual no responde a las necesidades de la ciudad y de la amplia área a la que dará servicio. Y pretende corregirlo.

Ese será el objetivo que el martes lo llevará con la edila de Urbanismo, Mercedes Rosón, a la sede del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF). Bugallo pretende convencer a su presidenta de que la estación requiere un «gran aparcamento soterrado», previsto en su día y esencial para dar servicio a los usuarios de la intermodal y para la movilidad en la zona. Pero también de que la cláusula que exige alcanzar los 3,5 millones de pasajeros antes de prever su ampliación es muy limitativa para el equipamiento que requiere la llegada del AVE. Esa cifra se rozará ya, dice, con el Xacobeo.

La cuestión no es menor para Bugallo, quien no obstante asume que cualquier mejora de calado será imposible ya antes del 2021. Sin planificación y programación previa, no hay tiempo. Y no se trata de levantar la zona sabiendo lo que se avecina para el año santo. No habría tiempo ya aunque se pudiesen disponer fondos, que tampoco es el caso con la prórroga presupuestaria con la que funciona el Gobierno central.

El alcalde no deja de reconocer, además, las dificultades de pretender ahora intervenciones que chocasen con la millonaria renovación inaugurada hace meses. Pero sí pretende ir sentando las bases para abrir conciencia en Madrid de que la llegada del AVE y la aproximación de la ciudad a la capital estatal (a tres horas de tren) generará una actividad en la zona del Hórreo que requiere una infraestructura más ambiciosa y funcional, tanto en equipamiento (el párking, un recibidor amplio y la cubierta de la zona de vías) como sobre el calendario una vez superado el 2021.

La Xunta tratará el miércoles con el regidor el umbral de los 3,5 millones de viajeros que limita el proyecto

La Consellería de Infraestruturas ha optado por permanecer en un segundo plano ante la reunión que Bugallo mantendrá el martes con responsables del ADIF. En este caso, el calendario obliga, ya que al día siguiente, según la agenda que ayer desveló el propio alcalde, este se reunirá con la conselleira Ethel Vázquez. Aunque desde Infraestruturas insisten en que las cuestiones del diseño dependen del ADIF, en ese encuentro de la conselleira con el alcalde sí abordarán una cuestión que resulta determinante para el dibujo de la intermodal, como es ese umbral de 3,5 millones de viajeros que constriñe el proyecto y que es lo que realmente impide ese modelo más ambicioso que reclama Bugallo.

Sobre esta cuestión, el departamento de Ethel Vázquez ya manifestó que está de acuerdo en que hay que retirar ese condicionante de los 3,5 millones de viajeros. El año pasado la estación tuvo 2,7 millones, y la expectativa del alcalde es que la llegada del AVE y el tirón del año santo propiciarán que el umbral de los 3,5 millones quede a tiro en el 2021.

Pero el aspecto al que la conselleira dará prioridad en la reunión del miércoles son los accesos a la estación de autobuses, un ámbito en el que Bugallo ya ha asumido que no podrá llevar adelante su idea de revisar por completo la propuesta que heredó de Compostela Aberta. El gobierno socialista no convertirá el vial de Clara Campoamor en el bulevar pretendido por sus predecesores, pero tampoco dispone de mucho margen de maniobra para ejecutar el diseño que pretendían en una avenida que soporta diariamente el tránsito de 5.000 vehículos entre el periférico y Pontepedriña.