La cámara de control de tráfico de San Pedro caza una media de 40 infractores diarios

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

El primer trimestre del 2019 ya supera en más de un 3,5 % las denuncias de octubre a diciembre pasados

25 abr 2019 . Actualizado a las 11:44 h.

Al menos unos cuarenta vehículos no autorizados se saltan a diario la prohibición de circular por la rúa de San Pedro, la entrada del Camino Francés en la ciudad y semipeatonalizada desde el verano del 2016. Es la media que arrojan las denuncias tramitadas en el último trimestre del pasado año, aunque la circulación rodada indebida por esa calle podría ser superior, porque hay un tramo de tres horas en el que la cámara lectora de matrículas para el control de acceso no funciona.

Por cuestiones de operatividad relacionadas con la actividad de carga y descarga, entre las 7.30 y las 10.30 no se multa, aunque eso no quiere decir que se permita el acceso libre. La rodadura en esa calzada solo se autoriza para residentes con tarjeta de paso, para carga y descarga, transporte público y servicios públicos y de emergencia. Y aun así, entre octubre y diciembre del pasado año, la cámara instalada para detectar usos irregulares cazó 3.540 vehículos no autorizados.

Y a tenor de los datos del primer trimestre de este año (3.688 sanciones), el último del 2018 no se cerró con más porque la cámara estuvo sin servicio varias semanas en noviembre. Un nuevo golpe de un vehículo, porque no fue el primero, obligó a retirarla. Tampoco fue el último. Precisamente, estos días no está en su sitio. Hace más de una semana un coche le dio otro golpe y se está reparando. Pero por lo que se vio en el arranque del 2019, el número de infractores crece. Un 3,6 % este trimestre con respecto al que despidió el 2018. Ello arroja una media mensual de 1.222. Una hipotética proyección al cierre del año superaría las 14.500. De momento, las de San Pedro suponen prácticamente el 50 % de las denuncias hechas por la Policía Local en toda la ciudad en este primer trimestre.

Solo en el último trimestre del 2018 generó el doble de multas que los fotorrojos en todo un año

Tras varios meses de pruebas y de permisividad para que quienes debían evitar la rúa de San Pedro con el coche se hiciesen a la idea, la cámara comenzó a registrar matrículas con ánimo sancionador en octubre. Y la cifra sorprendió en el gobierno local.

A falta de un análisis detallado, el edil de Tráfico, Xan Duro, asume que los infractores (reincidentes o puntuales) que conocen la ciudad comenzarán a evitar esa vía una vez que sean conscientes del efecto sancionador, porque la comunicación de las multas no es automática. Es lo que pasó con los fotorrojos, recuerda.

En sus primeros meses, tras un período de pruebas, permisividad inicial y advertencia con antelación de que comenzaban a funcionar, los semáforos con cámara no paraban de trabajar. Solo el de Romero Donallo generó 1.155 sanciones en su primer cuatrimestre de funcionamiento. En el 2018 no alcanzó las 200. Entre los cinco existentes sumaron 1.641 multas en el año, la mitad de la actividad sancionadora en un solo trimestre en San Pedro.

Detrás de ese volumen de denuncias podría estar también, apunta Duro, el paso de turistas que buscando una salida de la ciudad toman esa calle, pese a que la restricción está señalizada y a que ese es el sistema de control de acceso rodado que impera en los cascos viejos europeos.

Duro espera que esa cifra comience a bajar en el segundo trimestre, una vez que los ciudadanos asuman que se está multando. Porque la alternativa de control sería un bolardo automático, y ya se descartó. Se pensó en él inicialmente, pero se desestimó por la afectación al ritmo del transporte público y al tráfico en Virxe da Cerca.