El puzle musical del año 2011

SANTIAGO

<span lang= es-es >ADELE.</span> La cantante británica cogió el testigo soulero de Amy Winehouse en el plano más comercial. Este año fue operada de las cuerdas vocales y sus fans esperan el retorno con impaciencia
ADELE. La cantante británica cogió el testigo soulero de Amy Winehouse en el plano más comercial. Este año fue operada de las cuerdas vocales y sus fans esperan el retorno con impaciencia

De la muerte de Amy Winehouse a la confirmación de Lady Gaga, pasando por el traspiés de Coldplay o el momento dulce de PJ Harvey, estos doces meses están llenos de hechos relevantes

30 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

| Los últimos doce meses han sido el escenario de un juego de luces y sombras sonoras. Figuras que se consolidan, discos que asombran, fenómenos que se desinflan y estilos que emergen. Este es un pequeño resumen de lo que ha dado de sí el 2011.

La gran decepción

Uno de los álbumes más esperados del año terminó revelándose como un auténtico bluf. Mylo Xyloto, el cuarto trabajo de Coldplay, suena como el pálido reflejo de un grupo que, con Viva la vida, pedía ya un merecido lugar entre los grandes. Otros que sumieron el gozo en un pozo fueron The Strokes, míticos en la década pasada, pero que con Angles certificaron su actual decadencia.

Unánimemente buena

La crítica musical ha coincidido en señalar a Let England Shake como el disco del año. Publicaciones especializadas tan prestigiosas como Mojo o Uncut la han situado en el número uno de su listas. En la prensa nacional (aún pendiente de salir cuando se redactan estas líneas), también apunta alto. Lógico, se trata de un trabajo cautivador y que marca un nuevo punto y aparte dentro de una de las figuras imprescindibles del rock actual.

El fin del fenómeno

En febrero Telecinco decidió ponerle fin al concurso Operación Triunfo. Víctima de los malos resultados de audiencia, se tuvo que abortar cuando la temporada aún no había terminado. Ni el fichaje de Pilar Rubio como presentadora sirvió de revulsivo, ni la trayectoria del programa de fortaleza. El espacio, que mostró a modo de reality show la parte más prefabricada de la música nacional, se vio obligado a decir adiós. Pocos lo echarán de menos.

¿«Indie» o «mainstream»?

Vetusta Morla ha confirmado el éxito de su propuesta con Mapas. Se trata de un segundo trabajo que los sitúa al nivel de las grandes audiencias, muy lejos de los garitos en los que tocaban hace apenas dos años. En sentido contario, Amaral dejó a un lado el mundo multinacional y se lanzó a la aventura de la autoedición, haciéndose un hueco en los festivales indies. ¿La música? Sigue sonando prácticamente igual.

Adiós a unos grandes

Después de tres décadas surtiendo al mundo de maravillosas canciones, la banda de Michael Stipe dijo adiós en septiembre. Se va un grupo que suma varias obras maestras y que quedará como todo un ejemplo de coherencia y calidad.

El vendedor

En el 2010 había encontrado la fórmula maestra para hartarse a vender cedés: recopilar clásicos de la canción italiana, reinterpretarlos en castellano y servirlos en Via Dalma. Consciente del éxito, hace un par de meses editó Via Dalma II con los mismos principios, pero apelando al repertorio de los ochenta y los noventa. Y, de nuevo, se ha aupado en el número uno de ventas.

Dejando al margen la calidad de su obra, parece incuestionable que el gran foco pop del momento recae en la norteamericana Lady Gaga. Nadie acapara tantos flashes como ella. Nadie es capaz de eclipsar así al entorno. Nadie logra generar tanta expectación con su simple presencia. Katy Perry o Rihanna también piden atención. Definitivamente, una nueva hornada de pop-stars toman el sitio que otrora tenían Madonna, Kylie Minogue o Christina Aguilera.

Un «hit» de pachanga

Llegó a finales de año y lo hizo universal, bailándolo, el futbolista Cristiano Ronaldo. Se trata del Ai se eu te pego, el tema del brasileño Michel Teló que arrasa actualmente. ¿La receta? Un estribillo hiperpegadizo, una coreografía ad hoc y las ganas de la gente de pasarlo bien, apartando la vergüenza por unos minutos.

Un fin anunciado

En julio murió Amy Winehouse, la figura que revitalizó la música soul abriendo el camino para Duffy o, ahora, Adele. Los excesos terminaron con ella, dejando vía libre al cotilleo, la especulación y todo el envoltorio que oculta su principal valor: ser una artista carismática, con enorme personalidad y un puñado de canciones eternas. Las últimas se pueden escuchar en el recién editado Hidden Treasures, lleno de temas inéditos y retazos de lo que podía haber sido ese tercer disco que ya nunca saldrá.

El rey Midas del «dance»

Ibiza, macrodiscotecas, gafas de sol, cuerpos siliconados, ropa ceñida, rostros extasiados... Tras esa estampa emerge siempre el parisino David Guetta, el discjockey y productor más famoso del planeta. A sus constantes sesiones este año ha añadido el álbum Nothing But The Beat. No es que sea nada del otro mundo pero, como no podía ser de otro modo, está triunfando. Dentro y fuera de la pista.

Un año mítico resucitado

La nostalgia se adueña de la industria discográfica y los 20 años transcurridos desde 1991 han sido la excusa para mirar atrás y rescatar, algunos en jugosas en reediciones, discos alumbrados entonces. Acthung Baby! (U2), Nevermind (Nirvana), Loveless (My Bloody Valentine), Screamadelica (Primal Scream), Blue Lines (Massive Attack), Out of Time (R.E.M), Ten (Pearl Jam), Trompe Le Monde (Pixies) o Black Album (Metallica) son algunos de esos títulos emblemáticos. ¿Se puede comparar con el panorama actual? Mmm...