Un e-studio sobre los volcanes submarinos

La Voz

SANTIAGO

Prensa-Escuela publica una unidad didáctica para seguir en directo la evolución de las erupciones en El Hierro

16 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Testigos de la historia. Desde el aula, o desde casa, en cualquier lugar de España o del mundo se puede ver en directo cómo evoluciona la actividad volcánica en la costa de la isla de El Hierro. De momento, cuando se escriben estas líneas, el proceso sigue paso a paso las previsiones de los científicos. Y, gracias a la televisión, a Internet, a las redes sociales y al periódico, la oportunidad de ver cómo surge un volcán está hoy al alcance de todos los escolares. Y, lo que es también muy importante, no se trata solo de seguir día a día la noticia, sino de poder analizar lo que pasa, comprenderlo y saber utilizarlo.

Para ayudar a profesores y alumnos interesados en el tema, el Programa Prensa-Escuela acaba de publicar en su web un nuevo e-studio de noticias dedicado precisamente a los volcanes submarinos. Los recursos para trabajar en el aula son cada vez más accesibles, pero no fue siempre así. En un centro escolar de Santander, los periódicos de entonces acababan de publicar la noticia de que el monte Santa Helena, un volcán muy activo situado en el estado de Washington, a unos 150 kilómetros de Seattle, había experimentado una impresionante erupción con trágicas consecuencias. Era el 18 de mayo de 1980: murieron 57 personas, quedaron destruidas más de 200 casas y destrozados kilómetros y kilómetros de carreteras y vías de tren. La noticia movió al profesor a llevar a clase el periódico del día para comentar con los alumnos el suceso.

Tras leer la noticia, el profesor consideró que era una ocasión para hablar del tema y empezó a organizar la clase. Los recursos eran escasos: algún libro de texto, un par de enciclopedias, un mapamundi... Eran tan escasos que, mientras un alumno buscaba en la enciclopedia, media clase se agolpaba metiendo presión al chaval: deprisa, deprisa?

Más que en una clase activa aquello empezaba a convertirse en un follón hasta que un alumno tuvo una feliz idea: «Profe, ¿por qué no nos lo explica usted?».

El profesor (que no era especialista en vulcanología) se acercó al encerado y escribió la palabra «volcán» en el encerado, despacio, para darse tiempo. Se volvió y echó un vistazo a la clase. Nunca lo habían mirado así, tan fijamente, expectantes, en uno de esos silencios que llaman sepulcral. «¿Pero qué les digo yo ahora sobre los volcanes?...».

«Un volcán es una montaña? que termina en una gran boca? por la que expulsa lava y fuego que emergen del centro de la Tierra. Al explotar lanza piedras incandescentes y forma ríos de lava que descienden por la ladera? y arrasan con todo lo que encuentran? Y?, bueno, lo mejor es que hagáis un dibujo». Los alumnos dibujaron la montaña y la boca y la nube de humo, y a uno se le ocurrió añadir un breve texto: «¡Puf!».