El primer día del rey emérito en Sanxenxo, comida con su hermana, la infanta Margarita, y sus sobrinos

Nieves D. Amil
Nieves D. Amil SANXENXO LA VOZ

SANXENXO

La sobrina del rey, María Zurita, junto a su padre, este martes llegando a la casa de Pedro Campos
La sobrina del rey, María Zurita, junto a su padre, este martes llegando a la casa de Pedro Campos Capotillo

Juan Carlos I no salió de casa de Pedro Campos después de viajar desde Ginebra a Vitoria y de ahí a Vigo el día anterior

22 nov 2023 . Actualizado a las 10:25 h.

Sanxenxo ya empieza a normalizar las visitas del rey emérito. La expectación de sus primeras apariciones han ido bajando al tiempo que sus estancias empiezan a ser más frecuentes. Es la sexta vez que viaja a Galicia desde que trasladó su residencia a Abu Dabi. Tras la primera, en mayo del 2022, cuando sus declaraciones levantaron ampollas en la Casa Real, y acabó reuniéndose con su hijo en Zarzuela, hasta hoy, han cambiado algunas cosas. Sus visitas son tan habituales como su silencio. No volvió a hablar públicamente. Tan solo levanta la mano para saludar a los medios de comunicación desde el coche de Pedro Campos, su amigo y anfitrión en la capital turística de las Rías Baixas. Así han sido sus visitas en abril, julio, agosto y septiembre de este año.

La vela y el descanso marcaron todas ellas, pero en la última, hace poco más de un mes, sumó a su expedición la compañía de su familia. Navegó junto a su hermana, la infanta Margarita; los hijos de esta, Alfonso y María Zurita, y Carlitos, su ahijado y sobrino nieto. Este martes se les esperaba a todos en casa de Pedro Campos. Pero para sorpresa de los medios que estaban agolpados en la puerta, el primero en llegar fue Paco Vázquez. En un coche negro con las lunas tintadas, el exalcalde de A Coruña se bajó del vehículo antes de entrar en la residencia en la que se aloja el rey emérito para hacer los últimos metros caminando. Comió junto al exmonarca y sobre las cinco y media de la tarde abandonó la residencia de Campos, en Nanín.

Una hora despúes de la llegada de Paco Vázquez, apareció la infanta Margarita. En el asiento del copiloto, la hermana del exmonarca entró a la vivienda de Campos para comer con su hermano. Tras ella, María Zurita y su padre, Carlos Zurita, accedieron a la vivienda en la que está desde ayer el rey emérito. Se espera que en las próximas horas la infanta Elena llegue a Sanxenxo para salir a navegar junto a su padre.

Todo apunta a que la familia de Juan Carlos I estará alojada en un céntrico hotel de Sanxenxo durante toda la semana. Salvo estas llegadas hacia el mediodía, el resto de la jornada fue muy tranquila, sin apenas movimientos. 

Más allá de la citada visita de Paco Vázquez, la infanta Margarita y su esposo junto a María Zurita, la única persona que salió de la casa de Pedro Campos fue su mujer, Cristina Franze. Lo hizo poco antes de las doce de la mañana y regresó una hora después conduciendo su vehículo. El equipo de seguridad que protege al rey emérito vigila el acceso a la vivienda, mientras los vecinos pasan de largo por la calle como un día más de otoño. Nadie se para a preguntar. El exmonarca empieza a ser ya uno más en Sanxenxo. Y como tal, su familia viene a pasar los días con él. Fuentes de su entorno confirmaron que este martes no está previsto que salga de la residencia de Pedro Campos, pero sí disfrutará de las Rías Baixas con su familiares y amigos para pasar la jornada de transición entre el viaje y la regata.

La infanta Margarita, hermana de Juan Carlos I, en su llegada este martes a la casa de Pedro Campos, en Sanxenxo
La infanta Margarita, hermana de Juan Carlos I, en su llegada este martes a la casa de Pedro Campos, en Sanxenxo Capotillo

Están siendo días muy familiares para Juan Carlos I después de estar con la infanta Cristina en Ginebra. De Suiza voló directamente en un avión privado a Vitoria, donde está un equipo médico de su confianza y de ahí partió a Vigo. Aterrizó en Peinador sobre las seis y media de la tarde del lunes. Su amigo y anfitrión en Galicia, Pedro Campos, lo estaba esperando para trasladarse juntos a su casa de Nanín, en Sanxenxo. Desde que llegaron ayer, al filo de las siete de la tarde, no han vuelto a salir.

Hoy será un día de amigos y familia para el rey emérito y mañana tocará salir a navegar para preparar el Desafío Barceló. A sus 85 años está cerca de proclamarse de nuevo vencedor de la Liga Española de la clase 6 metros. Será la última regata de este año y con casi total probabilidad la última visita de Juan Carlos I a Sanxenxo en este 2023. Esa será su agenda pública. A la regata, se sumará una cena en el Náutico el próximo sábado y la entrega de premios el domingo por la tarde. El resto de los días, hasta que el lunes coja el vuelo de regreso a su residencia, los pasará acompañado de amigos y familiares. No se descarta, como ya ocurrió en anteriores ocasiones que se pase por D'Berto, en O Grove, para degustar una buena mariscada con los suyos. Por el momento, toca descansar y comer en familia y con amigos en un martes en el que no se ha visto entrar todavía la furgoneta de Pescadería Piliña, uno de los negocios que abastece de mariscos y pescados de la ría la casa de Pedro Campos.