1921: El peor naufragio de la historia de Galicia

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

PONTEVEDRA

MARCOS CREO

El «Santa Isabel» se fue a pique en las inmediaciones de Sálvora hace 101 años. Murieron dos centenares de personas y una veintena de los pasajeros que se salvaron fueron gracias a los habitantes de la isla

04 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

«En la hora de mayor animación popular, cuando las gentes coruñesas llenaban la calles, teatros, cafés y centros de recreo, en uno de esos momentos de sana expansión dominguera en que todos nos contaminamos un poco de la alegría colectiva, abandonándonos en su optimista corriente, una noticia terrible y dolorosa, que se propagó con la rapidez que lo hacen siempre las nuevas infaustas, extinguió el júbilo en los corazones, agitándolos con la terrible sacudida de lo trágico, y trocó en comentarios de honda y sincera pena las amables frases que de todos los labios brotaban poco antes y en rictus de amargura la satisfacción que reflejaban los rostros en aquellos instantes de esparcimiento y de solaz». Con esta espléndida descripción del corte de fiesta que supuso la llegada a A Coruña de la noticia del naufragio del «Santa Isabel» arrancaba la información de La Voz de hace 101 años sobre el que ha sido, y todavía es, el peor naufragio de la historia de Galicia.

Sucedió en la madrugada del 2 de enero. Alrededor de las cinco de la mañana el farero de la isla de Sálvora daba la voz de alarma: barco hundido. Los habitantes de la isla enseguida se pusieron manos a la obra, cogieron sus dornas y se dirigieron hacia el lugar del naufragio, pese al temporal reinante.

La crónica de La Voz relataba lo que había sucedido en los momentos previos: «Se presume que, dado el temporal, (el Santa Isabel) ciñó la costa, a cuyo abrigo podía evitar con más facilidad la fuerza del viento. Un chaparrón fortísimo, una verdadera manga de agua, de esas que ciegan realmente y apenas dejan ver, cayó como una tromba sobre el buque minutos antes de ocurrir el siniestro, a la una y media aproximadamente, y el barco, abatido por el oleaje, fue a chocar por babor contra las restingas de la isla de Sálvora (...) el choque fue rudísimo y, por esta circunstancia, se supone que el boquete que se debió haber abierto en el casco fue enorme. Puestos en movimiento cuantos iban en cubierta se radiografió en todas direcciones pidiendo auxilio y, en breves minutos, el Santa Isabel se hundió completamente», relataba la crónica de La Voz.

Regresamos a lo que sucedía, poco después, en la isla de Sálvora. Allí, tres dornas se dirigieron al lugar del suceso. En una iban José Parada, Manuel Caneda y Francisco Oujo; en otra Josefa Parada, Cipriana Oujo y María Fernández; y en la tercera, José Oujo y Cipriana Crujeiras, según recordaban José Manuel Jamardo y Ana Gerpe en la doble página que publicó La Voz a raíz del centenario del naufragio, celebrado el pasado año.

Las heroínas de Sálvora

Fue la embarcación de las tres mujeres, a las que luego se denominaría las heroínas de Sálvora, la que resultó clave para que una veintena de los pasajeros pudieran salvar su vida. Una gesta que le valió a Ribeira hacerse con el título de «muy noble, muy leal y muy humanitaria ciudad», que le fue otorgado por Alfonso XIII.

El Santa Isabel había partido de Bilbao con 115 pasajeros a bordo, la mayoría con destino a Buenos Aires y tres de ellos con Montevideo como objetivo. Otros 40 habían embarcado en Santander e iban a también hacia Argentina, con solo cuatro excepciones. «Solos dos de estos 155 pasajeros eran de primera clase y seis de segunda. Todos los demás viajaban en tercera», explicaba La Voz. El barco hizo escala en los últimos días de 1920 en A Coruña, y a él se subieron 31 pasajeros más. De ahí el tremendo impacto que la noticia del naufragio causó en la ciudad herculina. La Voz, de hecho, publicaba los nombres de las víctimas de un mar que rompe en Sálvora, según describía, «con violencia semejante a la del Orzán casi todo el tiempo». Vilagarcía, Vigo y Cádiz tenían que haber sido sus siguientes etapas. No pasó de Sálvora, y se dejó allí 213 vidas, durante días se recogieron cadáveres en la costa, en el que es, con diferencia, el peor naufragio de la historia de Galicia.