Manuel Omil, portavoz de la Policía Local, explica que este pasado fin de semana las patrullas habilitadas para las noches del viernes y el sábado no se encontraron con problemas reseñables. «La situación se ha normalizado mucho», explica Manuel Omil. «Con los nuevos aforos y los horarios de apertura estamos viendo que se vuelve a una normalidad». Ya no es la situación de aquellos fines de semana en los que no había alternativas para los jóvenes, por las restricciones», explica.
Más frío, menos gente
Otro factor que ha ayudado es el meteorológico. Con la llegada de noches más frías, el ocio en la calle ha decaído ligeramente. «Hemos visto menos gente en el recinto ferial, unas cien personas de media a lo largo de la noche», relata el portavoz de la Policía Local de Pontevedra, que destaca que no se han tenido que hacer intervenciones ni proponer sanciones a los asistentes.
Los locales de ocio nocturno de Pontevedra han mantenido también a rajatabla los horarios para los que están habilitados ahora. «Todos han cerrado a su hora y no hemos visto ninguna infracción», dice Omil.
Pontevedra parece así retomar la normalidad que tenía antes de la pandemia, y las medidas tomadas han permitido reconducir la situación del botellón en la calle. La Policía Local, no obstante, mantendrá la vigilancia de los lugares más conflictivos para evitar que se reproduzcan episodios como los botellones masivos de los momentos en los que se levantaron las restricciones de horarios y movilidad sin que estos se acompasaran con los horarios de apertura de los locales de ocio nocturno. Ahora, el engranaje parece ir tomando forma.