Oleada de episodios de maltrato animal en la comarca

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

DIFUSIÓN FELINA

Un perro fue envenenado en Portonovo y tres gatos en Mollavao

26 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Yako era el nombre de un bóxer que tuvo que ser sacrificado este fin de semana para evitarle un sufrimiento a mayores tras haber sido envenenado en Portonovo. Y es que, en los últimos días, particulares y asociaciones animalistas han venido denunciando distintos episodios de maltrato animal que se han sucedido en distintos puntos de la comarca de Pontevedra.

Así, tras recordar que en enero un gato fue tiroteado en Pontevedra, Difusión Felina lamentó que Vilaboa fuera escenario de un nuevo suceso de similares características. El pasado martes, fue localizado un gato en Larache, en Santa Cristina de Cobres (Vilaboa) con el impacto de un proyectil alojado en la columna. «Está pendiente su valoración para ver si llegará a recuperarse, ya que actualmente se encuentra paralizado de las patas traseras», lamentaron.

Se da la circunstancia de que este mismo martes, la asociación tuvo constancia de un nuevo caso de envenenamiento de tres gatos en Mollavao. Se trata de un punto en el que, con anterioridad, ya se habían producido hechos similares, de tal modo que dos de los felinos ya han muerto, mientras que el tercero «se encuentra ingresado con pronóstico muy grave».

En ambos casos, Difusión Felina de Pontevedra anunció la interposición de las correspondientes denuncias.

Esta misma vía ha sido emprendida por el propietario de Yako, quien ya dio cuenta de lo ocurrido en el puesto de la Guardia Civil de Sanxenxo. En su denuncia relata que el envenenamiento se produjo el pasado sábado cuando el perro, tras un paseo por la playa de Baltar y cuando ya se encontraban en su domicilio de Portonovo, comenzó «a ponerse mal, vomitando y con una gran hemorragia por vía anal».

Alarmado, se desplazó con su mascota a una clínica veterinaria de O Grove. Allí, y pese a los esfuerzos, nada se pudo hacer por el bóxer que, para aliviarle el sufrimiento, tuvo que ser sacrificado el domingo.

En el escrito tramitado ante la Guardia Civil se recoge, asimismo, que existe un testigo que pudo observar cómo una mujer arrojaba lo que, en principio, cree que podría ser veneno por la zona.