«Te crees que con el material que te dan estás protegido»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La celadora de urgencias del Hospital Montecelo de Pontevedra Pilar Garabatos Lois
La celadora de urgencias del Hospital Montecelo de Pontevedra Pilar Garabatos Lois P.G.

Una auxiliar y una celadora que usaron las mascarillas defectuosas relatan su experiencia

21 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El área sanitaria de Pontevedra y O Salnés comunicó este sábado que había retirado 12.695 mascarillas FFP2 del fabricante Garry Galaxy tras una alerta del Ministerio de Sanidad. Una auxiliar de enfermería de reanimación y una celadora de urgencias del Hospital Montecelo de la ciudad usaron ese material defectuoso y este lunes no le habían realizado la prueba a ninguna. Han querido contar su testimonio a La Voz.

M.S., que prefiere que no figure su nombre completo, es técnica en cuidados auxiliares de enfermería (TCAE) en la unidad de reanimación desde hace trece años. Cuenta que usaron las mascarillas durante bastantes días, por lo menos una semana. Se enteró de que eran defectuosas y que no protegían más allá de unos minutos el viernes por Facebook. «Oficialmente no nos comunicaron nada. El sábado apareció un folio en la unidad para que se apuntara la gente que quiere que se le haga la serología», afirma. Esta auxiliar se anotó y sigue esperando. «Nosotros estamos en contacto directo con pacientes COVID-19 intubados y extubados. Claro que tengo miedo, ya lo teníamos de antes y esto genera una inseguridad».

Esta profesional se muestra muy crítica con el hecho de que se pueda distribuir un material defectuoso entre los sanitarios que están en primera línea. «Te crees que con el material que te dan estás protegido... Me da igual de quién sean las mascarillas, esto genera desconfianza e intranquilidad, además de un desgaste psicológico porque a lo que nos enfrentamos ya era bastante desconocido», remacha esta auxiliar.

Pilar Garabatos Lois trabaja como celadora interina en urgencias de Montecelo. En su caso relata que usó las mascarillas que no protegen al menos durante tres jornadas. Ella se enteró de que no cumplían la normativa FFP2 por la asociación de celadores gallegos, a la que pertenece, y después por las redes sociales. ¿Cuál fue su reacción?, se le pregunta. «Pues imagínate. El COVID-19 tiene un altísimo grado de transmisión y gracia no hace ninguna. Hay que tenerle mucho respeto y nosotros, ya de antes, hacemos mucha higiene de manos, que ahora llevamos al extremo. Más que miedo a contagiarme yo, tengo miedo a contagiar a la gente con la que convives», subraya Pilar.

A esta celadora tampoco le habían hecho la prueba este lunes pese a haber estado expuesta, dice. «A mí no me llamaron y seguramente los celadores seremos los últimos, aunque creo que a alguna compañera de urgencias ya se la han hecho». Al margen del tema de las mascarillas defectuosas, Pilar aprovecha la ocasión para difundir que los celadores de toda España se están uniendo. «La propuesta se inició con una página de Facebook sobre todo por el descontento de catalogarnos como personal de riesgo bajo con esta pandemia», recalca Pilar, que pone en valor un trabajo poco reconocido.