La solidaridad empieza en casa

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Una pareja afincada en Pontevedra acogerá en su domicilio durante un mes a tres chicas brasileñas gracias a un intercambio cultural autofinanciado

25 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El programa Compartir nació en el 2014, pero la historia de sus dos impulsores, una pareja afincada en Pontevedra, empezó un año antes en el Camino de Santiago. Mauro Jorge (Río de Janeiro, 1982) e Isabel Blanco (Santiago, 1982) no se conocían. Mauro hacía el Camino desde Francia y cubriendo etapas conoció a un grupo de personas. Entre ellas estaba Irene, la hermana de Isabel. La primera imagen que vio de la que hoy es su mujer fue en un albergue y por Skype. Entonces ninguno se imaginaba cómo iba a acabar aquella experiencia vital que está recogida en un libro.

Isabel, que trabaja como matrona en el Hospital Provincial, se incorporó a la ruta y se conocieron en persona. Pero poco después llegó una despedida que sumó a la dureza de una separación 8.000 kilómetros de distancia. Mauro volvió a Brasil. Pero aquella conexión que surgió en el Camino y que derivó en amor volvió a unirlos tras una estancia de ella en Brasil.

La nacionalidad portuguesa que también tiene Mauro fue determinante para que decidiera dejar su país y asentarse como comunitario en Pontevedra junto a Isabel. «Nos gusta mucho viajar y echar una mano como voluntarios, recaudamos fondos con la venta de productos de artesanía que hacemos», explica Mauro desde su casa. De una aldea de Perú, Yanapay, pasaron a Marruecos. Siempre con esa filosofía de viaje más como experiencia personal y vital que turístico. Así hasta el embarazo de Isabel, que les hizo replantear el programa y abandonar la idea de viajar a isla Príncipe, en África.

«Con una niña pequeña ese tipo de viaje es complicado», comenta Mauro, mientras Isabel intenta controlar a la pequeña Luz, que a punto de cumplir ocho meses se hace notar. La alternativa a esos viajes es acoger en su casa a jóvenes de otros países, inicialmente de Brasil, para que conozcan la cultura y la educación europea. El intercambio cultural se lanzó a través de una página de Facebook. Cuentan que recibieron muchas inscripciones y que el proceso de selección fue «cansado» y «largo».

«No queríamos ni al menos rico ni al más pobre, queríamos gente que encajara con la filosofía del proyecto y que quiera vivir la experiencia. Iba a ser una persona, después dos y al final serán tres», dice Mauro. El coste de la estancia rondará los 6.000 euros, que sufragarán con ahorros y pequeñas aportaciones. «Intentamos el crowfunding, pero no resultó», apunta Mauro, que es escritor y quiere dedicarse a las acciones sociales con niños.

Los primeros jóvenes serán, el próximo 1 de enero, tres chicas: Nahyá Nogueira, de 19 años; Bárbara Garcez, de 18, y Sindy Pachú, de 16. Pasarán en la ciudad su mes de vacaciones con un intenso programa de actividades. Hay quien no entiende lo que hace esta pareja. Ellos creen en las personas y en un mundo mejor.