«Es un lujo investigar en esos centros»

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Los becarios de posgrado de la Fundación Barrié relatan sus proyectos y sensaciones

22 jun 2014 . Actualizado a las 12:24 h.

Aunque la recompensa es fruto de su esfuerzo y se lo han ganado a pulso, admiten que son unos «privilegiados». Son los cuatro jóvenes de Pontevedra y su comarca que figuran entre los 42 becarios de posgrado de la Fundación Barrié de este año. Tres han conseguido una de las treinta becas predoctorales. Se trata de las pontevedresas Úrsula Martínez Pradeda, licenciada en Psicología de 28 años, y Lorena Salgueiro Ferreño, licenciada en Biología de 27 años; y del marinense Diego Robledo Sánchez, también licenciado en Biología de 27 años.

A ellos se suma otro pontevedrés, Miguel Ángel Núñez Casamayor, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos de 32 años que ha logrado una de las diez becas para realizar un máster en el extranjero. En su caso, será un MAB (Master in Business Administration) en el MIT de Cambridge, en Massachusetts (Estados Unidos).

La Voz los convocó para conocer sus sensaciones ante la experiencia profesional, pero también personal y vital, que van a afrontar en los próximos meses. Para los tres investigadores, como les gusta que los llamen, es todo «un lujo» poder rematar sus tesis «en centros de referencia mundial».Serán estancias de medio año.

Para Úrsula Martínez, que en la actualidad trabaja en la unidad de tabaquismo y trastornos adictivos de la Facultad de Psicología de Santiago, su centro de destino es la Universidad de Newcastle, en Australia. Allí estudiará las técnicas de tratamientos psicológicos del tabaquismo. Úrsula, que sabe algo de italiano de su experiencia de Erasmus, ya había solicitado esta beca el año pasado y esta vez sí la consiguió. «Tengo una mezcla de sensaciones. Por un lado, siento una alegría increíble y, por otro, cuando pienso en el papeleo ma da el bajón», comenta. La burocracia para tramitar el visado y la diferencia horaria con Australia la traen de cabeza estos días.

Los becarios eligieron el centro en el que querían hacer su estancia predoctoral. Todos dominan el inglés, «el idioma en el que se investiga, no hay otro», apunta Lorena Salgueiro. Esta joven recalará en el Laboratorio Europeo de Biología Molecular de Roma, en Italia. En su caso estudiará el papel que juega una proteína, el Mad2, en las anomalías cromosómicas que dan lugar a la formación de tumores y a sus reapariciones. Va también con el compromiso de aprender italiano.

La crisis económica y los recortes, que en nuestro país se ceban con la investigación, hace que estos jóvenes valoren especialmente la apuesta de la Fundación Barrié. «El apoyo de entidades privadas es lo que nos queda ahora mismo», sentencia Lorena, que se irá en noviembre.

A Diego Robledo le espera el Instituto Roslin, de Edimburgo, en Escocia (Reino Unido), centro del que salió el primer animal clonado, la famosa oveja Dolly. Él no se irá hasta julio del 2015 debido al motivo de su estudio: la mejora de caracteres productivos en el rodaballo. Una iniciativa que se enmarca en el proyecto europeo Fishboost. Este joven, que trabaja en el departamento de Genética de la Facultad de Biología de Santiago y que también se defiende en francés, subraya «la oportunidad de salir fuera con financiación cuando estás obligado a emigrar». «Es una pena, antes de la crisis se invirtió en edificios para investigar, y ahora va menguando el personal y se quedan vacíos», subraya.

La concesión de la beca fue para Diego «una sorpresa», al igual que para Lorena, porque a ambos no les sabió bien la entrevista personal que conlleva esta beca de posgrado. En el proceso pesa mucho el proyecto que se presenta, junto a la entrevista. Úrsula hace hincapié en el sistema de la Fundación Barrié: «La forma de selección en organismos públicos es por currículo, que es importante, pero aquí también se fijan en tu perfil global».

Apoyo familiar

Todos coinciden en agradecer el apoyo de sus familias para poder estudiar. Miguel Ángel Núñez es el que tendrá una estancia más larga. Serán veintidós meses. Desde el 2009 trabaja como director de proyecto de energías renovables en la empresa Tasga Renovables, de Santiago. Su inquietud por completar su formación técnica con conocimientos en dirección y administración de empresas le llevó a solicitar la beca para hacer el máster. Se irá a Estados Unidos en agosto o septiembre del 2015 y se llevará a Lucía, su mujer. El área de desarrollo del máster es el emprendimiento, liderazgo e innovación y su proyecto se centra en el desarrollo de vehículos de inversión aplicables a empresas de servicios energéticos y al sector de las renovables. Miguel se sintió «muy cómodo» en la entrevista personal, que definió como «cercana». «La beca me permitirá entrar en contacto con otras culturas y formas de trabajar, que luego podré aplicar aquí», remacha.