Toques de fútbol y de glamur en Ponte Sampaio

PONTEVEDRA

12 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

1El fútbol en su vertiente más glamurosa desplegó ayer todo su juego en la parroquia de Ponte Sampaio. Allí, la pequeña iglesia de Santa María se convirtió en el templo donde se dieron cita algunos de los mejores astros del balompié nacional para arropar a su compañero Diego López, el portero del Villarreal y campeón de la Eurocopa del 2008 con la selección, quien contrajo matrimonio con una joven vecina de esta localidad, Iria Otero Rodríguez, de 26 años de edad. Como era de esperar, el enlace se convirtió en todo un acontecimiento social y las inmediaciones de la iglesia estuvieron de lo más concurrido, porque nadie se quería perder detalle no solo de la boda, sino también de los ilustres invitados.

Sin duda, lo primero que llamó la atención fue la decoración floral, obra de Jaime Porto, que combinó tanto en el exterior (con dos semiesferas a la puerta del templo) como en el interior, peonías y paniculatas. Las mismas peonías estaban también en el ramo de la novia y dominaban en la decoración del restaurante donde luego se iba a celebrar el convite, el Hotel Los Escudos de Vigo. «Es una flor muy sedosa y dulce, igual que la paniculata, y trabajada en grandes volúmenes se consigue ese efecto de dulzura», comentó Porto, que también dijo que ambos contrayentes querían «mucho romanticismo» en la decoración floral. Otro detalle fueron las enormes setas pobladas de pétalos a disposición de los invitados para lanzar después del enlace.

Invitados

2Poco antes de las seis, la hora prevista para la boda, comenzó el desfile de caras conocidas. Los más aplaudidos a su llegada y reclamados para autógrafos y fotografías fueron sin duda los campeones del mundo con la Roja y compañeros del novio en el Villarreal, Joan Capdevila y Santi Cazorla, así como el madridista Álvaro Arbeloa. El primero, que estuvo siete años en el Dépor, confesó que «siempre es bonito volver a Galicia». Y también estuvieron otros compañeros del equipo levantino, como Borja Valero (que acaba de debutar con la Selección), Xavi Oliva, Bruno, Juan Carlos o Javi Venta, del Levante.

El novio llegó a la iglesia acompañado de su madre, Lidia, y fue recibido con un cálido aplauso. Y, como manda la tradición, le tocó esperar por su prometida. Nada menos que media hora! Iria, a la que saludaron sus vecinos e invitados con un sonoro «¡Guapa!», estaba algo nerviosa -«me tiemblan las piernas», advirtió-, y deslumbrante con un vestido en corte sirena y color champán diseñado por Lorenzo Caprile, según comentaron algunas amigas. Ni siquiera el que se le cayera dos veces el velo logró quitarle la sonrisa y con un «¡Ya voy, ya voy!» accedió al templo del brazo de su padre, Alfonso Otero. «Mirad qué día más bueno», les dijo a sus invitados foráneos. Al término del enlace, ambos posaron en la escalinata de la iglesia, donde a petición popular se dieron el beso de recién casados. López y Otero viven en Benicasim (Castellón), aunque a partir de ahora el futbolista, en Pontevedra, juega en casa.