El escritor Pedro Úbeda presentó en Ribadavia su primera novela
12 jul 2019 . Actualizado a las 16:56 h.Pedro Úbeda presentó ayer su primera novela El manuscrito de Ribadavia, en el Museo Etnolóxico de la localidad. Su vida ha estado marcada por su trabajo como ingeniero y por los muchos lugares del planeta que ha visitado gracias a su profesión .
-Nacido en Madrid, con raíces gallegas y con residencia actual en el País Vasco. ¿Cuáles fueron los motivos que le llevaron a residir en tantos lugares?
-Las razones, las de mis padres. Mi padre era ferroviario, de origen andaluz, y se vino con sus padres a Ribadavia a principios del siglo XX porque mi abuelo era funcionario de prisiones. Posteriormente trasladaron a mi padre a Valladolid y luego a Madrid, y allí por circunstancias nací yo. Durante mi infancia y mi adolescencia nos instalamos en Vigo, pero los períodos vacacionales los pasaba en Ribadavia. A los 24 me voy al País Vasco y vivo allí el resto de mi vida.
-Ha cursado a lo largo de su vida estudios muy diversos, desde la ingeniería hasta las humanidades. ¿Por qué decidió formarse en ámbitos tan distintos?
-Yo estudié ingeniería como una reacción contra lo que mi padre quería que estudiase. A él le hubiese gustado que me formase como intendente mercantil, que en aquel momento era como un notario de finanzas. Pero a mí aquello me horrorizaba, y en reacción a eso dije que a mí lo que me gustaba mucho era la tecnología, que tampoco me gustaba nada. La afición al estudio me vino más tarde y ya en el País Vasco me matriculé en Geología y una vez jubilado empecé a darme cuenta de que lo que realmente me gustaba era la historia y las humanidades y me matriculé en la Universidad de Deusto.
-Pero, ¿su actividad profesional en estos años cuál ha sido?
-Mi actividad profesional la desarrollé toda mi vida en el campo de la ingeniería, estuve además trabajando en centrales nucleares, en varios lugares del mundo, primero en Bilbao y luego en Pakistán.
-¿Estuvo mucho tiempo en Pakistán?
-Prácticamente dos años. Y además lo considero como una experiencia muy positiva. De todas mis experiencias, ha sido la que más me ha marcado. Es cierto que era la primera vez que hacía una estancia larga en un país completamente desconocido, que yo no sabía ni siquiera dónde estaba. Para mí fue una etapa enriquecedora de verdad, primero por tener conocimiento de una cultura totalmente diferente a la nuestra, y luego por el colorido, por las gentes... Yo allí estuve muy a gusto.
-¿Ha estado en otros países de Oriente Medio?
-Si, también estuve en Arabia Saudí. De allí si me llevé una experiencia nefasta, por varios motivos: por cómo son ellos, por las circunstancias del trabajo... Aquello es un desierto donde los únicos oasis son las ciudades. En aquel momento, en torno al año 1984, no era fácil porque allí no existía ninguna libertad de ningún tipo. Y estabas casi como en una presión, pero en medio del desierto.
-Y después de todas estas experiencias, ya con 62 años cumplidos, decide irse a la selva guatemalteca acompañado solamente por una mochila.
-Eso fue una circunstancia, muy especial dentro de mi vida. Para ver como respondía yo a otra serie de circunstancias pues me voy a Guatemala. Lo hice yo solo por ver lo que pasaba. Yo conocía este país anteriormente pero tenía muchas ganas de conocer la parte de la selva del Yukatán y de Chiapas. Aquello sí que fue una experiencia enriquecedora en el sentido de que el estar en una selva donde solamente oyes ruidos muy raros, y que te meten miedo a veces y andar por allí tu solo sin ninguna sensación tampoco de peligro ni personal, ni de que ningún animal fuese a agredirte.
-Centrándonos en su papel de escritor, ¿cuándo comenzó su gusto por la escritura?
-A mí escribir siempre me ha gustado, pero porque siempre me ha gustado leer. Considero que es imposible escribir si no existe una base lectora de fondo. El hecho de escribir es muy fácil pero el problema es qué dices y cómo lo dices y que lo que cuentas tenga interés para los demás.
-Tiene ya su primera novela publicada, ¿Cree que habrá una segunda?
-Yo creo que a toda persona que le guste escribir diría que sí, pero ahora mismo no lo sé.