El Larouco se queda sin pasto tras el fuego

LAROUCO

MIGUEL VILLAR

El incendio que devoró 3.200 hectáreas en Cualedro y otros tres concellos ourensanos deja  consecuencias directas a los ganaderos:  pérdida de forrajes y temor a que se les prohíba pastorear en lo quemado

13 sep 2015 . Actualizado a las 10:18 h.

El incendio de la Serra do Larouco, que afectó a cuatro concellos de la provincia de Ourense y por momentos puso en jaque a los servicios de extinción por su velocidad de propagación, ya deja sentir sus secuelas en el día a día de las poblaciones locales. Casi 3.200 hectáreas se quemaron en diez horas en el fuego que se inició el domingo 30 de agosto. Hoy, el monte sigue ennegrecido y sin apenas vida. El futuro a corto plazo también se presenta bastante negro para los vecinos, especialmente para los pocos ganaderos que quedan en las aldeas de Cualedro, como Vilela, donde ardieron zonas de pastoreo y alpacas de hierba que ya se habían segado como forraje para el largo invierno. Esa es una de las luchas en las que está apoyando el Concello de Cualedro. Su alcalde, Luciano Rivero, emitió un bando, en el que solicita firmas de apoyo de los vecinos para reclamar ayudas para los propietarios de explotaciones ganaderas y agrícolas para que puedan continuar su actividad, iniciativas para la regeneración del entorno natural paisajístico y permitir que los titulares de explotaciones puedan pastorear. «Terán un grande problema se lles prohiben pastorear durante dous anos. Houbo unha reunión de gandeiros e o sindicato Unións Agrarias para facer as valoracións de danos e van tratar de que se recoñeza que había parcelas de terreo agrario ou pastos en zonas de concentración parcelaria e non son monte forestal», explica el alcalde, Luciano Rivero. En el incendio se perdieron tierras de pastos, colmenas, infraestructuras ganaderas y 700 hectáreas de masa arbolada. 

En el Comité de Defensa do Monte Galego ?en base a un estudio que calculaba los coste de un incendio por hectárea, incluyendo variables como el coste medioambiental, erosión, repoblación o extinción? estiman que el coste de este incendio pudo ser de 50 millones de euros. El alcalde espera que las comunidades de montes puedan recibir ayudas para «repoblar o Larouco como estaba antes». Rivero considera que el daño al ecosistema fue «enorme», aunque espera que el próximo año comience a reverdecer. Relaciona la cantidad de fuegos con la ausencia de lluvias, pero también con la intención de provocarlos. «No concello levamos 42 lumes, e vinte deles só nunha parroquia», argumenta para sospechar de un origen intencionado. 

El incendio de Cualedro, por el que se detuvo a una persona como presunto autor y luego fue puesto en libertad, fue tan devastador que ardieron parcelas que estaban limpias. En Vilela, calcula el alcalde, pueden quedar entre 400 y 500 cabezas de ovino. José Manuel Medeiros tiene una explotación con 160 ovejas. Recuerda lo que ocurrió ese domingo fatídico: «As ovellas amontoáronse unhas con outras. Xa levan tres abortos. Ardéronnos 80 rolos de herba e cada un custa trinta euros. O mes que ven paren a metade das ovellas e se non deixan pastar no queimado é un golpe grande, terei que pensar en reducir o rabaño e vender. A norma de non deixar pastorear non está mal pero o que xa estaba limpo de antes...», lamenta el ganadero. A otra vecina que tiene 250 ovejas el ardió todo el pasto y se encuentra, dice, en una situación aún más difícil. Estos ganaderos esperan que se tenga en cuenta que el fuego alcanzó a fincas que se habían limpiado. «Paguei 300 euros hai dous meses para desbrozar unha parcela e agora ardeu», explica Agustina Álvarez. Tener las fincas limpias es un requisito para recibir las ayudas europeas de la PAC. Agustina y José Manuel son los más jóvenes en Vilela y, ante las dificultades, comprenden que la gente joven no se dedique al campo.