La Vuelta dejó huella en el rural ourensano pese a su veloz paso

la voz OURENSE

CELANOVA

Celanova, Xinzo y A Gudiña disfrutaron del paso de la ronda por el centro de las villas a pesar de la desapacible jornada

05 nov 2020 . Actualizado a las 22:11 h.

El rural ourensano disfrutó de un acontecimiento deportivo poco usual por estos lares y en estas fechas: el paso de la Vuelta ciclista a España. La etapa decimoquinta, que antes del covid debía adentrarse en tierras portuguesas, tuvo que cambiar recorrido por la pandemia y los beneficiados fueron los vecinos y aficionados de la provincia de Ourense que tuvieron una segunda etapa para disfrutar de la ronda. La más larga además, atravesando longitudinalmente Ourense de oeste a este, desde la Terra de Celanova hasta A Gudiña y O Padornelo, pasando previamente por A Limia y Monterrei.

Fue una etapa dura, por la climatología, con frío y viento, además de por el recorrido, que presentaba cinco puertos de montaña de dificultad creciente. Tras dejar la provincia de Pontevedra, en Arbo, el pelotón entró en la de Ourense a través de A Frieira y el primer alto de San Amaro. Hubo una primera fuga de diez corredores. El grupo de cabeza creció hasta los quince, rodando a una media de casi 38 kilómetros por hora.

La comitiva pasó por bucólicos parajes con imágenes de rollos de paja creando bicicletas o vacas pastando tranquilamente ajenas a todo. Así se llegó a Quintela de Leirado y Verea, para bajar a Celanova, donde los vecinos salieron a disfrutar del espectáculo, aunque la velocidad del pelotón hizo que apenas se pudiese disfrutar durante unos segundos.

Más calma hubo para verlo en las largas rampas del Alto do Furriolo, con pendientes al 7 % durante más de cinco kilómetros. «Hai máis guardias civiles que ciclistas», comentaba una espectadora, después de ver pasar decenas de motos del instituto armado.

El viento soplaba bastante fuerte y frío y ahí seguían el grupo cabecero de trece corredores que llevaba una ventaja de casi cinco minutos sobre un ordenado pelotón, que subió en fila colocado por equipos. El ganador de la etapa de la víspera en el seminario de Ourense, el belga Tim Wellens estaba entre los fugados.  

Kiko Huesca | EFE

En Xinzo, la ronda también tuvo calor humano, con cientos de vecinos apostados en las aceras de la N-525 para ver pasar la comitiva. También los hosteleros aprovecharon para hacer públicas sus reivindicaciones.

Santi M. Amil

La ronda que enfilaba tierras de Monterrei y A Gudiña para adentrarse después en la provincia de Zamora, a través del Padornelo, donde les esperaba la fría lluvia. Fueron solo dos jornadas, pero la Vuelta dejó huella por el esfuerzo de los ciclistas y por la parafernalia de vehículos y organización que conlleva. Algunos equipos hicieron noche en alojamientos ourensanos, como en los balnearios de Caldaria en Arnoia y Laias, que recibieron a las escuadras de los corredores Chris Froome y Tim Wellens.

alcalde de Arnoia, Rodrigo Aparicio, al ganador de la 14ª etapa de La Vuelta, Tim Wellens, alojado en el Balneario de Arnoia Caldaria.
alcalde de Arnoia, Rodrigo Aparicio, al ganador de la 14ª etapa de La Vuelta, Tim Wellens, alojado en el Balneario de Arnoia Caldaria. caldaria