El proyecto de cultivo de nubes en Emiratos Árabes actualiza una investigación similar de los años 50
04 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.En los Emiratos Árabes llevan años trabajando para conseguir lluvia artificial. Con unas reservas acuíferas cada vez menores, necesitan cultivar nubes. Una noticia que aquí suena curiosa, a pesar de que la alerta por sequía no nos abandona. Cuesta pensar en Galicia como un desierto, y todavía la situación no es tan crítica. Pero el agua siempre es imprescindible, y precisamente la lluvia hermana a Galicia y Emiratos Árabes. ¿Cómo? Pues precisamente en ese objetivo de provocar la lluvia.
Hace ya varias décadas, en los años cincuenta, se hicieron experimentos en ese sentido. No tanto por la necesidad ante la sequía, sino de cara a aumentar la cantidad de agua que podían aprovechar en las presas para generar energía eléctrica.
El epicentro de la investigación estuvo en Valdeorras, según recuerda Francisco Delgado, topógrafo jubilado de Saltos del Sil (hoy Iberdrola). Él era un joven trabajador de la empresa concesionaria de varias presas en el oriente ourensano, y recuerda cómo uno de los ingenieros puso en marcha el proyecto. Fue Alejandro del Campo Aguilera el encargado del proyecto, rememora. Hubo algo de lluvia, pero al final el coste de producirla era demasiado abultado, así que el proyecto no dejó de ser un propósito. Lo cuenta Delgado, porque pese a que Del Campo publicó numerosos artículos con sus trabajos e investigaciones (son numerosas las referencias en Internet sobre la construcción de presas en varios puntos de la provincia de Ourense), no está en la Red la publicación (si es que la escribió) sobre la investigación para producir lluvia. Tampoco en el departamento de publicaciones del Colegio de Ingenieros de Caminos -que le dio su medalla de honor- tienen referencia de esa investigación.
¿Cómo se hacía? Según se sabe de Emiratos Árabes, la siembra de nubes consigue aumentar las precipitaciones mediante la dispersión en el aire de una serie de sustancias químicas que favorecen la condensación. Hay científicos que refutan la efectividad del proceso, y lo achacan a lluvias cíclicas o el cambio climático. Según lo publicado por La Voz el pasado 8 de enero, Emiratos sigue apostando por un proyecto, que inició en los años noventa, a pesar de que está probado que los químicos dispersados en el aire son dañinos para la salud. Desde el país aseguran que no utilizan químicos en la siembra de precipitaciones. Aseguran que para hacer llover, la nube ya tiene que contener agua.
El programa de Investigación para el Aumento de la Lluvia, creado en el 2015, ofrece una beca anual de más de cuatro millones de euros para repartir entre cinco propuestas científicas que ofrezcan solución a la sequía.