El gobierno de Democracia Ourensana encara su segundo mandato con muchos proyectos por ejecutar y polémicas que resolver
24 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Un nuevo acuerdo entre Democracia Ourensana y el Partido Popular permitió a Gonzalo Pérez Jácome revalidar su cargo del alcalde en el pleno de investidura del 17 de junio. Mañana se cumplirán 100 días de su toma de posesión y este es, tradicionalmente, el momento para hacer balance del inicio del mandato, el segundo con Jácome al frente del gobierno municipal. En estas primeras semanas se han repetido algunas promesas incumplidas en los años previos y se han reproducido también algunas polémicas ya clásicas con el líder de DO como regidor.
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Desde la playa fluvial canina a una cafetería en la Sala Valente. En estos 100 primeros días, Jácome ha tenido tiempo de reorganizar su gobierno. Además de anunciar la contratación de otros diez asesores, ahora tiene más concejales entre los que repartir las áreas de gestión y, aunque de inicio asumió casi todas las carteras, acaba de descargar algunas responsabilidades entre el resto de miembros de Democracia Ourensana. En cualquier caso, el protagonismo en el anuncio de nuevos proyectos sigue siendo casi en exclusiva para el alcalde, que ha lanzado ideas como la creación de una playa fluvial para perros, el traslado de la oficina de turismo de Padre Feijoo a la Casa do Concello o la dotación de una cafetería en la Sala Valente. También ha anunciado su intención de suprimir el Consello Municipal de Deportes.
Se trata, por ahora, de meras declaraciones de intenciones, como la promesa de definir este mes de septiembre el futuro de la vieja cárcel, para la que el gobierno baraja varias posibilidades, desde hotel hasta oficinas. También prometió, por ejemplo, cambiar el proyecto de movilidad vertical de la Rúa Coenga para hacer un ascensor en lugar de unas escaleras mecánicas.
Hitos tangibles de gestión hay que buscarlos de nuevo en el área de Artes y Festejos, ya que en estos 100 días se han celebrado las fiestas de Ourense, las de A Ponte y las de Covadonga, organizadas directamente o financiadas por la Administración municipal. Además, gracias al voto a favor o la abstención del PP, el gobierno municipal ha logrado sacar adelante varios acuerdos plenarios clave. Así, el Concello podrá movilizar 15,4 millones para pagar facturas atrasadas, para dar subvenciones a clubes deportivos o para comprar nuevos trenes turísticos.
Además, el día 1 de septiembre se aprobó inicialmente la ordenanza de terrazas que llevaba todo el pasado mandato negociándose. El texto está ahora a exposición pública y después deberá someterse de nuevo a aprobación plenaria, por lo que el gobierno de Democracia Ourensana necesitará otra vez de apoyos externos para confirmar su aprobación definitiva. Lo mismo ocurre con la iluminación navideña. Gracias a la abstención del PP, el ejecutivo logró impulsar la licitación, pero ahora vuelve a necesitar el respaldo de otras formaciones para dotar la partida del crédito necesario.
promesas incumplidas
Obras que acumulan retrasos y nuevos buses sin reorganizar las líneas. Uno de los hitos de los cien primeros días de gobierno ha sido la puesta en servicio de parte de los nuevos autobuses comprados por el Concello de Ourense. Sin embargo, sigue pendiente la licitación del servicio, anunciada en varias ocasiones sin que se haya llegado a concretar. Esta situación impide reorganizar las rutas y frecuencias tal y como había prometido el alcalde, que ni siquiera ha podido cumplir su promesa de cambiar el recorrido de la línea 6A para cruzar por el Milenio en lugar de por el Puente Nuevo. Además, usuarios y grupos de la oposición han criticado los nuevos buses por ser incómodos y tener poco espacio en su interior.
En estos 100 primeros días tampoco se han producido avances en relación al resto de servicios que se prestan en precario, como el agua o la recogida de basura y la limpieza. Además, varias licitaciones de obras públicas están paralizadas, como ocurre con el megaparque con piscina proyectado en A Ponte, bautizado con el nombre de Coto de Canedo y presupuestado en casi ocho millones de euros.
Otras infraestructuras acumulan importantes retrasos. Durante buena parte de estos 100 primeros días, la circulación estuvo restringida en el entorno del parque de San Lázaro por la reforma de seis calles del centro. Muy recientemente se volvió a abrir al tráfico Bedoya y se preveía que este fin de semana se recuperaría la normalidad en el entorno de la plaza de los Ramones. Las obras se dividían en dos proyectos y ambos comenzaron a ejecutarse en octubre del 2022, hace casi un año. Tenían un plazo de seis meses en un caso y de ocho en el otro y los dos se han incumplido.
Los proyectos del conocido como Plan Ourense Vertical también han tenido problemas. La única obra finalizada es la de Concordia, inaugurada en plena campaña electoral. Con mucha frecuencia, las rampas mecánicas se averían. Por otra parte, en estos 100 días se retomaron los trabajos para la construcción del ascensor entre Avilés de Taramancos y el puente de Ervedelo, que estuvieron paralizados durante medio año, y continúan las obras en otros emplazamientos, como en la Cruz Alta o en la Alameda do Cruceiro. En ambos casos, el Ayuntamiento aprobó prórrogas ante la imposibilidad de cumplir con los plazos previstos inicialmente. Por otra parte, en estos 100 primeros días tampoco han terminado las obras «urgentes» de reparación de la calle Celso Emilio Ferreiro tras reventar la red de saneamiento por una tormenta ocurrida en mayo.
polémicas de ayer y de hoy
Fracaso en las ayuda sociales mientras empeora la relación con los funcionarios. Fue una constante en su primer mandato y la mala relación del alcalde con el funcionariado promete seguir siendo polémica en el segundo. Entre sus primeras medidas estuvo el anuncio de una reorganización interna en materia de recursos humanos y, efectivamente, en estos 100 primeros días ha cesado a varios jefes de servicio. Además, ha anulado el teletrabajo al entender que los empleados lo utilizaban para ampliar su tiempo de descanso y en el último pleno arremetió contra dos funcionarios de alto rango. Dijo que cesará a la tesorera por ser «demasiado tiquismiquis» y sugirió que el interventor había sido «negligente» a la hora de elaborar un informe.
En el arranque del mandato resurgió también la polémica sobre la falta de presupuesto en materia social. En este tiempo se dieron a conocer las resoluciones de las ayudas para entidades sociales y de las subvenciones para comedor y material escolar. En ambos casos, solicitudes que cumplían los requisitos fueron denegadas porque los escasos fondos disponibles se habían agotado. Es lo mismo que ocurrió en el año 2022 y Jácome repitió ahora la misma promesa que hizo entonces y que no llegó a cumplir, es decir, que incrementará el presupuesto para que nadie se quede fuera.
Todo apunta, por otra parte, a que se mantendrá la relación tormentosa del alcalde con la Xunta, con la que volvió a enfrentarse a cuenta del transporte metropolitano -de cuyo retraso se culpan ambas Administraciones mutuamente- y de la fuente termal de Os Remedios, que ya no funciona. Además, en materia de termalismo, las pozas públicas siguen funcionando a medio gas y el alcalde sugirió en el último pleno municipal que propondrá cobrar por su uso.
La oposición aún busca su lugar tras el «shock» del 28M
Cabezas (PP) dimitió y Rodríguez (PSOE) está en segundo plano
Los resultados electorales del 28M dejaron en Ourense un escenario político en el que la única alternativa a la continuidad de Gonzalo Pérez Jácome como alcalde era un pacto a tres bandas entre PP, PSOE y BNG. Los intentos que hubo para llegar a ese acuerdo fracasaron y finalmente Democracia Ourensana y el Partido Popular pactaron dejarse gobernar en el Concello y en la Diputación. Así, el día 17 de junio Jácome pudo tomar posesión de nuevo como regidor y, desde entonces, los grandes partidos siguen tratando de definir su papel en el mandato que acaba de arrancar.
Cabe destacar, en este sentido, que después las elecciones los flamantes candidatos a la alcaldía que presentaron PP y PSOE, ambos exalcaldes, han dado un paso al lado o directamente fuera del Concello. El popular Manuel Cabezas asistió únicamente al pleno de constitución de la nueva corporación, en el que se materializó el acuerdo alcanzado con DO para volver a investir a Jácome alcalde. Aquel día, al salir del Concello, dijo que dimitiría, pero no lo hizo de forma inmediata. Faltó a varias sesiones plenarias hasta que finalmente presentó su dimisión el último día de agosto. La portavocía del grupo popular ha recaído en Inmaculada Moreiras, que acaba de estrenarse en la política municipal. Y, en estos primeros 100 días, el voto a favor o la abstención del PP ha sido clave para que el gobierno de Democracia Ourensana saque adelante sus proyectos, como la ordenanza de terrazas, la iluminación navideña o varias modificaciones presupuestarias.
En casi todos esos casos, el PSOE ha votado en contra, lo que da una idea de por dónde irá su línea de acción en la oposición. Su portavoz es Natalia González, secretaria general del partido a nivel local, y no Francisco Rodríguez, su candidato a la alcaldía. El también exregidor aún no ha tomado la palabra en los plenos, circunstancia que ha sido criticada en repetidas ocasiones por Gonzalo Pérez Jácome.
El BNG sí mantiene como portavoz a Luis Seara, que es quien encabezó su lista en las elecciones del pasado mes de mayo, en las que los nacionalistas lograron duplicar su representación en la corporación.
CRÓNICA POLÍTICA
La respuesta casi diaria: «El gobierno declina contestar»
El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, comparece ante los medios de comunicación en contadas ocasiones. La última vez restringió las preguntas a una por periodista y, en este contexto, es difícil conseguir información sobre la gestión de asuntos de interés para la ciudadanía, algo de lo que se quejan también los grupos de la oposición. A nivel comunicativo, el Ayuntamiento dispone de un gabinete de prensa al que remitir las consultas de los medios. La Voz de Galicia utiliza reiteradamente ese cauce para tratar de obtener respuestas sobre los asuntos que son competencia municipal, pero la respuesta es siempre la misma: «El gobierno declina responder».
Así ha ocurrido en más de una decena de ocasiones desde que el alcalde tomó posesión de nuevo de su cargo el pasado día 17 de junio. Esta misma semana, el Concello de Ourense negó oficialmente una respuesta sobre dos asuntos: la demolición del matadero municipal, que aún no arrancó pese a que fue adjudicada hace meses, y los trámites para la concesión de licencia de obras a la Fundación Amancio Ortega para construir el geriátrico prometido en el solar de la vieja estación de buses.
Además, este mes de septiembre el gobierno municipal evitó responder a las consultas realizadas por La Voz sobre la razón por la que el Concello de Ourense aún no ha informado a la Xunta de posibles localizaciones para atrapar a los jabalíes que invaden diariamente el barrio de Covadonga. Tampoco sobre la demora en las obras «de urgencia» que se están ejecutando desde el pasado mes de mayo en la calle Celso Emilio Ferreiro, ni sobre las modificaciones presupuestarias que el Ayuntamiento ha aprobado para movilizar 15,4 millones de euros del ahorro municipal, ni sobre los motivos por los que la fuente termal de Os Remedios ya no funciona. En agosto, además, el ejecutivo liderado por Gonzalo Pérez Jácome tampoco quiso responder a consultas sobre la posibilidad de optar a las ayudas del 2 % cultural para rehabilitar la vieja cárcel ni sobre la propuesta de Santiago de Compostela para cobrar una tasa turística.
La de «el gobierno declina responder» no es una fórmula nueva. En los últimos años, el gabinete oficial de comunicación del Ayuntamiento contesta de ese modo, por orden de Alcaldía, a todas las peticiones de información trasladadas por La Voz sin importar de qué asunto se trate.