ADIF no contempla, a corto plazo, una marquesina para los taxistas de la estación

Las estaciones de alta velocidad ferroviaria en Ourense y A Gudiña tendrán que seguir esperando para mejorar algunos de los servicios e infraestructuras accesorias de que carecen. Es el caso de la marquesina exterior provisional, solicitada por los taxistas para protegerse tanto ellos mismos de las inclemencias del tiempo como para que sus clientes no tengan que esperar en la plaza de la estación bajo el ardiente sol ourensano o bajo la lluvia. El Gobierno central, de quien depende el gestor de infraestructuras ADIF, no contempla esta solución provisional. En respuesta a una pregunta presentada por los diputados ourensanos del PP, el Gobierno responde que «la estación de Ourense va a ser reformada y por parte de ADIF se está estudiando la posibilidad de incluir en el proyecto la instalación de una marquesina en la Plaza de la Estación con objeto de proteger a los profesionales del taxi».

La respuesta no satisface al colectivo afectado ni a los diputados que mediaron en esta petición en Madrid. El presidente de la asociación de taxistas ourensanos, Francisco Javier López, apunta que, una vez conocida esta respuesta, se plantean acudir al Concello de Ourense para que coloque algo provisional que les sirva para paliar esta situación hasta que se realicen las obras de reforma. El presidente del colectivo apunta que hay alternativas para que tengan donde acogerse sin que sea necesario realizar una instalación fija. Hablarán de ello con el Concello, aunque admite que quizás la administración local necesite el permiso de ADIF si este accede a poner la marquesina. Por su parte, el diputado del PP Celso Delgado recuerda que las obras de la nueva estación todavía no se han licitado, incumpliendo los plazos que anunció el Gobierno de que se haría en el 2019 o en el 2021. Considera que al respuesta dada es «lamentable», porque ADIF «ni licita las obras ni da una solución temporal a los taxistas».

No es la única instalación accesoria cuya carencia está dificultando el acceso de los viajeros que llegan en tren a las estaciones ourensanas. En el caso de A Gudiña sí se construyó una nueva edificación. Sin embargo, falta un ascensor o unas escaleras mecánicas que faciliten el acceso desde la planta de entrada al andén y las vías, situadas en un plano superior. Existe una rampa y el Gobierno considera que con esta infraestructura las personas con movilidad reducida tienen alternativa. El hueco del ascensor existe, pero está vacío. Desde el PP argumentan que el número de viajeros que eligen A Gudiña para tomar el tren de alta velocidad es notable e incluso «ha desbordado lo inicialmente previsto» con pasajeros que llegan de Verín, Valdeorras y del Tras-Os-Montes portugués. Plantean que la rampa existente es demasiado larga y tiene un 6% de pendiente, lo que obstaculiza no solo a las personas que tienen que moverse en silla de ruedas sino a los viajeros que lleven maletas grandes y pesadas. Celso Delgado califica de «decepcionante» la respuesta gubernamental de que esas rampas garantizan la accesibilidad y de que «no está prevista a corto/medio plazo la instalación de un ascensor en dicha estación». El diputado popular calcula que, con el espacio ya habilitado, instalar la maquinaria para el elevador costaría unos 70.000 euros. Asegura que seguirán insistiendo para que el Gobierno y ADIF adopten ambas medidas, ya que consideran que no tienen un alto coste presupuestario para el organismo ferroviario.

Lo que sí tiene visos de hacerse es otra reclamación del Concello de A Gudiña, en este caso sobre los accesos exteriores a la nueva estación. El Ayuntamiento planteó la necesidad de conectarla con la senda peatonal construida por Concello y Xunta a lo largo de la OU-533 para quienes van andando a la estación. El ADIF requirió un plano acotado al Concello y el organismo parece dispuesto a estudiarlo.

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