Banquillos con pizarra femenina en el Bosco y en el COB

Maite Rodríguez Vázquez
Maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

AGOSTIÑO IGLESIAS

Raquel Salgado es la entrenadora principal del equipo de Liga EBA e Iria Uxía Romarís, ayudante en el de LEB Plata

25 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La presencia de mujeres en los banquillos de los equipos de baloncesto sigue siendo escasa, pero los principales equipos ourensanos de básquet, el COB (LEB Plata) y el Bosco-Salesianos (Liga EBA) tienen esta temporada dos entrenadoras en sus cuerpos técnicos.

En la entidad cobista, es Iria Uxía Romarís, quien será segunda entrenadora o ayudante de Armando Gómez. En el equipo colegial, Raquel Salgado volverá a ser la primera entrenadora. Iria Uxía fue también primera técnica de un equipo masculino en Alemania y allí tuvo «la oportunidad de fichar y la responsabilidad de formar el equipo», por lo que adquirió esa experiencia para colaborar en este momento del COB en el que toca construir el equipo desde los despachos. En su caso, afirma, que siempre trabajó en equipos masculinos. «Quería ser ayudante y vivir de ello en el baloncesto femenino... Era en lo que estaba, me gusta y tiene más apoyo económico», indica.

Romarís coincide este año en Ourense con Raquel Salgado, a la que conocía de haber acudido ambas a muchos clínics y campus en toda Galicia, además de tener amigos comunes. Esta temporada tendrán relación profesional, pues el Club Ourense Baloncesto y el Bosco-Salesianos han firmado un acuerdo de vinculación. «Que haya una entrenadora es una alegría porque no somos tantas y no es fácil que te den una oportunidad», apunta la entrenadora ayudante en el COB sobre su colega femenina.

Que no son tantas las entrenadoras femeninas lo comprueba cada año Raquel Salgado en la foto de las técnicas que terminan el curso de entrenador superior. «Cuando lo hice yo, de 110 alumnos, éramos ocho chicas. Cada año se ven más mujeres pero todavía son muchas menos que los hombres», observa. En los cursos de nivel uno o dos hay más equilibrio, pero la diferencia es notable en el título nacional de entrenador superior. Eso se traslada al mundo profesional. En formación hay muchas técnicas mujeres, pero a los banquillos profesionales solo llegaron Anna Montañana (Fuenlabrada) o Carme Lluvera (Aracena, Unicaja).

Raquel Salgado afirma que le gusta seguir entrenando a gente joven, a jugadores de entre 20 y 30 años, aunque, reconoce: «Si pudiera dar el salto a un equipo profesional lo haría encantada, pero no es mi objetivo». En Alemania, Iria Romarís dirigió en los Rockets Gotha y al Löwen de Erfurt a jugadores séniores y a otros en formación. Eran equipos semiprofesionales, a los que daba instrucciones en inglés pues no sabía alemán. La experiencia de haber sido entrenadora principal considera que la ayudó a «tener más seguridad para asumir algunas facetas y tener la visión y entender mejor al primer entrenador». También trabajó allí en el desarrollo de jugadores, con sesiones individuales para los que más proyección tenían.

La entrenadora ourensana del Bosco asegura que no ha notado ningún freno a su carrera por el hecho de ser mujer. «No he notado ninguna dificultad, al menos de cara, no sé si hubiera tenido otras oportunidades de ser chico, puede que sí, puede que no. Pero no he notado ninguna falta de respeto ni discriminación», expone. Raquel Salgado lleva entrenando desde los 18 años, en conjuntos de base, séniores, femeninos o masculinos. Ha sido la entrenadora que guio al equipo de Bosco-Salesianos desde la Primera Nacional a la Liga EBA, en su tercera temporada a cargo del equipo sénior. «La provincia necesitaba un equipo EBA, hacía años que no lo había», subraya la técnica.

El salto para sus jugadores va a ser «importante», reconoce. Los que consiguieron el ascenso y quisieron seguir, han continuado en el equipo. Otros lo dejaron por incompatibilidad con sus estudios porque en la Liga EBA el nivel competitivo será alto.

Por las distintas categorías, desde la EBA, a LEB Plata y LEB Oro ha pasado Iria Uxía Romarís como entrenadora ayudante. «El juego en cada categoría puede ser algo diferente. Hay que adaptarse a cada equipo de trabajo, al nivel de la liga y de los jugadores», apunta sobre sus experiencias. En Ourense afronta un nuevo reto, en un equipo que necesita ascender. «Estoy encantada y con ganas de empezar en pista con el equipo. Habrá presión, pero es algo que hace que sea más intenso y esperemos que bonito. Hay que formar un equipo que disfrute de los buenos momentos y esté unido en los peores», comenta la compostelana.

Ahora solo una categoría separa a ambas; las dos técnicas tendrán un contacto más continuo para trabajar con los jugadores vinculados de ambos clubes. Este martes se anunciaba de forma oficial el fichaje del base catalán Josep Fermí Cera, que tuvo minutos en la Liga Endesa con el Casademont Zaragoza, aunque jugó las últimas temporadas con su equipo vinculado del Anagan Olivar.