Miami se llevó el duelo más deseado

Iván Antelo REDACCIÓN/LA VOZ.

OURENSE

27 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El mandamás de la NBA David Stern se vistió de Santa Claus y dejó como regalo navideño dos de los mejores partidos que pueden verse en la actualidad en el mundo del baloncesto: como aperitivo, un Orlando Magic-Boston Celtics (86-78) y como plato estelar el esperado Los Ángeles Lakers-Miami Heat (80-96). Un duelo esperadísimo entre los dos principales candidatos a jugar la próxima final.

Glamur no faltó. Estrellas en la grada (Dustin Hoffman, Sylvester Stallone, Cameron Díaz...) y sobre el parqué (Gasol, Bryant, LeBron James, Bosh, Wade...) hicieron las delicias de los amantes al show, al más puro estilo norteamericano. El triunfo fue para el equipo más intenso, al que se le vio más hambre, a unos Beach Boys con muchas ganas de tapar bocas. Y vaya si lo consiguieron.

Los Heat mostraron todo su arsenal. LeBron James (27 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias), Chris Bosh (24 y 13 capturas) y Dwyane Wade (18 y 6 asistencias) asumieron toda la responsabilidad ofensiva y en defensa se entregaron como nunca. Su brillo, sumado al desacierto de Gasol y Bryant (0 de 11 entre ambos en el primer cuarto), provocaron la cómoda victoria visitante por 80-96 (a cinco minutos del final ya ganaban de 19).

Mejores números que juego

Aunque no fue la noche más brillante del ala-pívot de Sant Boi de Llobregat, Pau Gasol acabó el partido con buenos números: 17 puntos (8 de 17 en tiros de campo), 8 rebotes (tres ofensivos) y tres asistencias. Cifrass muy similares a los de su compañero Kobe Bryant (17 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias).

El duelo de gallitos no fue más que la constatación de dos trayectorias completamente opuestas. Miami ha ganado diez de los últimos once partidos, lo que le permite acallar todas las críticas surgidas de su mal comienzo de temporada. Todo lo contrario que los Lakers de Los Ángeles. Los actuales campeones de la NBA comenzaron arrasando, pero en el último mes de competición ha encadenado muchas derrotas que le han llevado al cuarto puesto de la Conferencia Oeste, por detrás de San Antonio, Dallas y Utah, y empatado con Oklahoma City Thunder.

Los Lakers dejaron muy malas sensaciones en su duelo con los Heat. Odom estuvo mejor que Bynum como complemento de Gasol, y Artest respondió como en él es habitual, a base de impulsos y golpes de teatro. Pero el resto rozaron en su mayoría el ridículo. Entre el saltarín Brown (10 puntos) y Bynum sumaron 16 de los 18 puntos que aportaron los suplentes. Tanto Blake como Barnes (18 minutos el base y 16 el alero) decepcionaron.

Espectáculo LeBron

Salvo el 7-2 inicial, los Heat dejaron clara su superioridad. LeBron fue generoso, dejó a Bosh que se pelease con todos en la pintura, y desde el exterior ajustició a los californianos. Cada atisbo de reacción local acaba cortado en seco con un triple de James.

La estrella de Miami firmó un espectacular triple doble y acabó con 27 puntos (5 triples anotados de seis intentados). Solo Carlos Arroyo estuvo muy por debajo de su nivel (2 puntos), aunque ayer su pobre registro quedó compensado con la sorprendente actuación del suplente Chalmers (13 puntos). «La intención de cada uno fue mostrar que podemos jugar juntos al más alto nivel», señaló James al acabar el duelo. «Estamos muy felices porque cada vez lo hacemos mejor».

Y es que el partido del Staples Center ha terminado de convencer a LeBron, que ya sueña con repetir este duelo al final de temporada. «Este es el encuentro más equilibrado que hemos jugado en la temporada. Estamos comenzando a creer en la defensa, en los rebotes y en el nivel que tiene nuestro equipo en la cancha».

Después de 31 partidos de la actual liga regular, LeBron James promedia 24,7 puntos, 6,5 rebotes, 7,1 asistencias en 37,2 minutos de juego por partido. Estadísticas inferiores al acumulado total en ocho temporadas en Cleveland en las que exhibe 27,7 tantos, 7 capturas, 7 pases efectivos y 40,2 minutos sobre la cancha en 579 partidos. Pero lo cierto es que a los Lakers les ha salido un duro competidor.