Una mano rota y un ojo morado por criticar un mal aparcamiento

S.F. O BARCO

OURENSE

Juzgan a dos empleados de una empresa de transportes por una supuesta agresión a un viandante en O Barco Una furgoneta de transporte subida a la acera y un peatón enfadado desencadenaron una discusión que terminó en pelea. Como resultado de la misma el viandante resultó herido. Los dos jóvenes que iban en la furgoneta admitieron ayer en el juicio en O Barco que agredieron al peatón, pero que había sido en defensa propia. Un testigo afirmó que los dos se habían avalanzado sobre el señor y que le golpearon sin parar hasta que una tercera persona los separó. Piden cerca de medio millón de indemnización.

29 may 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Los hechos sucedieron el 20 de septiembre en la calle Ourense de O Barco. Iván R. y Alejandro N. aparcaron una furgoneta de reparto de Halcourier encima de la acera por donde caminaba Gabino P.. Los implicados contaron ayer sus versiones, incurriendo en algunas contradicciones. El denunciante no asistió al juicio. El parte de lesiones indicaba una mano rota y lesiones en la cara. Tanto Iván como Alejandro sostuvieron que en el momento de aparcar, Gabino empezó a insultarlos y le pegó un puñetazo al retrovisor. El peatón intentó agredir a Iván y éste lo empujó cayéndose al suelo Gabino. Alejandro declaró que no vió nada de lo que hacía Iván porque estaba estacionando la furgoneta. Explicó que «los dos estaban hablando y de repente el señor me pegó una patada». Alejandro admitió a preguntas de la fiscal que le pegó un puñetazo a Gabino «pero en defensa propia». Los dos negaron más agresiones que el empujón y sostuvieron que en ningún momento habían intentado atropellarlo. Un testigo, Juan Carlos R., explicó que los dos chicos salieron de la furgoneta, empujaron a Gabino y acto seguido se avalanzaron sobre él hasta que otro viandante los separó. Otra testigo, Noelia A., compañera de trabajo de los dos jóvenes, se contradijo y sostuvo que el que había empujado a Gabino fuera Alejandro. El ministerio fiscal solicitó una pena de multa de 30.000 pesetas para cada uno y una indemnización conjunta de 164.000 pesetas por los días de incapacidad y 50.000 pesetas por secuelas, además de la factura de 35.840 pesetas del hospital. El denunciante pide 274.000 pesetas por incapacidad y 177.000 pesetas por secuelas. Los defensores solicitaron la libre absolución por defensa propia.