Cristina e Iñaki, se les acabó el amor

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

David Aguilar | Efe

25 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La sangre azul es roja. Está en los cuentos de hadas, que son anteriores a las casas reales y a las casas irreales de las monarquías. La sabiduría popular siempre va por delante. El príncipe se convierte en sapo. Pero nos gusta asistir a las caídas de las carrozas, al escarnio del poderoso.

Demasiados memes que corren a velocidad de correcaminos por las redes sociales, donde destrozan a Iñaki y a Cristina, desde el anonimato de los memos que improvisan esos golpes virtuales que duelen mucho. Demasiados chistes sobre la interrupción del matrimonio, del comunicado oficial, como antes habíamos reído con el cese temporal de la convivencia de su hermana Elena. Lenguajes alambicados a un lado, el que no lo haya vivido que tire la primera piedra. A Cristina y a Iñaki, es muy probable que hace mucho que se les acabó el amor.

Pudo ser como en grandes historias del corazón que haya sucedido de tanto usarlo o, como en los enormes desastres, de apenas usarlo. Nada nuevo bajo el sol en ambos supuestos. La Tierra va a seguir girando. Con tanto acoso y derribo de los tertulianos televisivos que hacen de la víscera del corazón un negocio, corremos el riesgo de que cale algo que está muy superado: que se estigmatice el divorcio. Sería un gigantesco retroceso. Todavía hay demasiadas mujeres que sufren en silencio y que no pueden escapar de la pareja con la que están como para que no nos tomemos este paso que dan Cristina e Iñaki como lo que es: otro divorcio de los muchos que se firmaron ayer, que se firmarán hoy o mañana. Ya sé que ella es la sexta persona en la línea de la sucesión de la corona de España.

Hay una reflexión sobre el amor muy hermosa de Octavio Paz, pero difícil de llevar a la realidad. Habla de la llama doble. El amor empieza con una fuerza inusitada cuando cada vez que miramos a la persona amada colapsamos, cuando solo reiniciándonos ella somos capaces de cerrar la boca para no dejar de besarla. Es la parte de arriba de la llama, la que quema. Con el tiempo llega la parte de abajo, la azul, la del cariño. Otra manera de quererse, muy tierna. La luz del amanecer y la del crepúsculo. Hay que entenderlos. Como hay que comprender las edades.

El debate de la monarquía en España no tiene nada que ver con esta parte concreta de que Cristina e Iñaki se hayan separado. Hay quien no quiere saber nada de la llama azul, del cariño. Quien vive surfeando la adrenalina de la llama roja.