El calendario de efemérides de La Voz de la Escuela, en el día 18 de noviembre, decía: O medicamento traidor. Hai 60 anos que o pediatra alemán Widukind Lenz denunciou que a talidomida podía estar a causar deformacións conxénitas.
La talidomida era un medicamento prescrito a las mujeres en los primeros meses del embarazo. Actuaba como sedante y atenuante de las náuseas. La talidomida provocó miles de nacimientos de bebés que tenían una anomalía congénita caracterizada por la carencia o la excesiva cortedad de sus extremidades.
¿Qué pasó? Los químicos llaman isómeros a los pares de compuestos cuyas moléculas tienen la misma fórmula química, pero sus átomos están distribuidos de forma distinta. Los isómeros se llaman ópticos cuando sus moléculas desvían el plano de la luz polarizada (la que vibra en un solo plano) una hacia la izquierda (levógira) y la otra hacia la derecha (dextrógira).
Aclarado esto, diré que todos los aminoácidos de todas las proteínas del cuerpo humano son levógiras y, en consecuencia, todas las proteínas son levógiras. Por lo tanto, la cura de enfermedades requiere la acción de productos bioquímicos levógiros.
La talidomida tiene dos isómeros ópticos: el levógiro es inocuo y el dextrógiro es el responsable de las deformaciones de los fetos. Desde entonces se determina el comportamiento de las moléculas de los medicamentos frente a la luz polarizada. Las diestras se rechazan.