Volcanes y «pirotontos»

Javier Guitián
Javier Guitián EN OCASIONES VEO GRELOS

OPINIÓN

MARCO TRUJILLO | Reuters

27 sep 2021 . Actualizado a las 09:22 h.

Estaba al tanto de que existían negacionistas de la actual pandemia, lamentablemente algunos fallecidos por el «no virus», pero no sabía que también existían negacionistas de los volcanes. No me refiero a aquellos que atribuyen todos nuestros males al laboratorio del Doctor Maligno, que como todo el mundo sabe está situado en los sótanos del complejo de la Moncloa, sino a aquellos que se han enfrentado a la erupción del volcán de La Palma al grito de «todo está orquestado».

Vayamos a la cuestión. Una corriente en las redes sociales, en este caso de simpleza extrema, atribuye la erupción a la necesidad de provocar una catástrofe natural para que se olvide la subida del precio de la luz o las vacunas. Sería el equipo de vulcanólogos de la Moncloa, supongo, el encargado de provocar la erupción, pero esta teoría es totalmente descartable: la única posibilidad de que un político produzca tal erupción se daría si Santiago Abascal visitara la isla.

Más peligrosa, por su alto nivel científico, es la corriente que analiza los indicios y las causas de la erupción. Una fina observadora afirma que: «Está todo orquestado, si os fijáis en las fotos y en los vídeos el volcán sale de una ladera y no desde la cima, que es de donde se supone que tiene que salir la lava de un volcán, raro, raro, raro, está todo muy orquestado». Le recomiendo el libro de tercero de ESO para aclarar sus dudas.

Y ahora viene lo bueno. Otro experto nos aclara: «Estoy seguro de que el volcán de La Palma lo han provocado con HAARP». Para el que no lo sepa, como yo, las siglas se refieren al High Frequency Active Auroral Research Program, un programa cuyo objetivo fue estudiar las propiedades de la ionosfera a fin de desarrollar y mejorar la tecnología que utiliza sus propiedades para transmitir las radiocomunicaciones y su uso en los sistemas de vigilancia estratégica. Este es superculto.

En España pasa algo raro. Cuando el temporal Filomena, lo que caía del cielo no era nieve, sino un plástico que ardía con facilidad al acercarle un mechero; con el covid los vacunados se quedaban pegados a la nevera por el efecto imán de los metales que les inyectaban, y ahora resulta que la erupción se provoca con espejos de baño desde un satélite. Aquí ya no caben más tontos o estamos muy cerca del límite.

Es verdad que son pocos, pero hay que atajar esta escalada de estupidez y solo se me ocurren dos soluciones no excluyentes. La primera es autorizar a los negacionistas a que hagan una manifestación en el cráter de Cumbre Vieja, pero con sandalias de playa. La segunda, más complicada, es vacunarlos a todos con varias dosis de ARN mensajero encapsulado en piedra volcánica; la farmacéutica Farma Zopencos está en ello.

Les aseguro que no quiero hacer publicidad de los negacionistas de los volcanes ni pienso reaccionar a sus disparates, pero me temo que, de seguir por este camino, acabarán negando que existen los grelos, y por ahí no paso.