El auge de «express»

Francisco Ríos Álvarez
Francisco Ríos LA MIRADA EN LA LENGUA

OPINIÓN

19 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

De un tiempo acá se multiplican las empresas, grandes y pequeñas, que lucen en su denominación o en la de alguna de sus divisiones o servicios la palabra express. Además de la proliferación de la fórmula, llama la atención que se emplee una voz inglesa, express, cuando existe un equivalente en español, exprés.

El origen de exprés es el express del francés y el inglés, idiomas que lo usan, entre otras cosas, para dar nombre a los trenes, generalmente nocturnos, que para llegar rápidamente a su destino se detienen en pocas estaciones. Con esa función, en español se utilizan tanto exprés como expreso. Trenes que hace cincuenta años transportaban entre Galicia y Madrid a estudiantes, trabajadores y militares sin graduación en catorce horas, los expresos Rías Altas y Rías Bajas, se extinguieron con el siglo XX, y Renfe pasó a denominar Trenhotel el servicio que los sustituyó. Hoy pervive el término expreso en el Trenhotel Sud Expreso, que conectaba Irún y Lisboa hasta que la pandemia de covid lo aparcó en vía muerta, como los demás de su categoría.

Las entidades que incorporan el exótico express a sus nombres buscan un término que exprese rapidez, urgencia. Así, el Grupo Correos bautizó como Correos Express su empresa de paquetería urgente. Servicios de transportes y de reparto son los que más recurren al extranjerismo, aunque no los únicos. A pesar de que el adjetivo invariable exprés es útil en los más variados contextos para indicar urgencia. «Vacunación exprés para España», titulaba hace unos días La Voz para anunciar la inmunización de la selección española de fútbol tras dar positivo uno de los jugadores en vísperas de la Eurocopa. Sin embargo, el Diccionario casi limita la relación entre exprés y velocidad a ollas y cafeteras, a las que -dice- se aplica ese adjetivo cuando son rápidas y a presión. Con la cafetera exprés se hace el café exprés, también llamado expreso. Pero este expreso no procede de express, sino del latín expressus, participio de exprimere, de donde los italianos obtienen el caffè espresso: Mi fa un espresso?

Expreso se emplea como adjetivo desde el nacimiento del español con el significado de ‘dicho y no tácito’: Tenía un pacto expreso con el demonio; Pidió su expreso consentimiento. Con el tiempo fue también el emisario o correo extraordinario que se mandaba con un mensaje especial. Fue el predecesor de los mensajeros que llevan lo que se compra en Internet.