Dudamel, Groba, Beethoven

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

XOAN CARLOS GIL

18 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El nombramiento de Dudamel el pasado viernes como director de la ópera de París, me recuerda que nuestro Rogelio Groba, con 91 años, indiferente al fallo del Premio Princesa de Asturias de las Artes, al cual este año está propuesto por la Xunta de Galicia y apoyado por numerosos organismos y particulares (como el Ayuntamiento de A Coruña y yo mismo, respectivamente), acaba de componer tres nuevas obras musicales. Groba, nacido en Guláns (Ponteareas) en 1930, no podría ser Dudamel, pero sí su mentor. El venezolano es el resultado de un programa de educación musical para jóvenes de su país en los años sesenta, impulsado por un músico e ingeniero llamado José Antonio Abreu, y conocido por El Sistema.

Y Groba, cuando fue nombrado director de la banda municipal coruñesa, también por los años sesenta, se preocupó primero de algo tan obvio como que sus músicos se hicieran músicos, que obtuvieran su titulación. Y consiguió formar una magnífica orquesta, que yo, en mi adolescencia, acudía a escuchar al teatro Rosalía Castro los domingos por la mañana. Su afán didáctico y su labor de recuperación de la música tradicional, le han proporcionado un placer infinito, y a los que lo escuchábamos y le veíamos la sonrisa complacida y un poco irónica con que se inclinaba a recibir los aplausos tras la quinta sinfonía de Beethoven, nos dejaban en el cuerpo esa sensación de euforia y de felicidad que uno siente cuando tiene quince años y escucha la llamada del destino. Entre tanto el premio Princesa de Asturias ha recibido 363 candidaturas. Pues vaya.