Alcoa: es urgente pactar

Adrián Vázquez / Beatriz Pino EN LÍNEA

OPINIÓN

Xaime Ramallal

30 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El cierre de la planta de Alcoa en San Cibrao es todo menos una sorpresa. La empresa avisaba desde hace meses: el precio de la luz. El exceso de producción global -China inunda con dumping el mercado de aluminio- está documentado, igual que la pérdida de capacidad industrial de la UE. Y las políticas industriales y energéticas del Gobierno -de este y de los anteriores, en Madrid y en Santiago- han sido incapaces de diversificar el tejido económico de Galicia, y en particular de Lugo.

Ninguna sorpresa, pues: llevamos años sabiendo que la empresa quería mover esta planta a países con menores costes de producción. Y aunque la forma en la que ha negociado está lejos de ser la idónea, ha habido promesas incumplidas: en diciembre del 2018 Industria aseguró que iba a haber un estatuto del sector electrointensivo para abordar el problema del alto coste energético. No ha ocurrido nada.

Los costes de la electricidad de España están entre los más altos de la UE. Ya en 2019 la industria tuvo la mayor caída del consumo eléctrico en diez años, un 5,6%. En Galicia, donde las empresas electrointensivas tienen un peso enorme, el descenso ha sido ¡de un 32,8 %! Y este Gobierno, con un enfrentamiento entre Industria y Transición Ecológica, no ha sabido abaratar la factura energética.

Ahora tenemos un despido de 534 personas y la repercusión en otros tantos empleos indirectos: un desastre para las familias y para Lugo (el 33 % del PIB de la provincia) y Galicia. Con un horizonte poco esperanzador desde el punto de vista del desempleo juvenil y de la despoblación, Lugo no puede asumir la pérdida de empleo y riqueza que implica el cierre de Alcoa.

A corto plazo, mientras se resuelve el ERE, hay que alcanzar acuerdos. El Gobierno y la Xunta tienen que coordinarse para resolver el problema de estas familias. A medio plazo, pedimos al Ejecutivo, y también a la Xunta, que trabajen para desarrollar recursos en A Mariña, para invertir en otros sectores, crear fuentes de riqueza alternativas y generar empleo. Por nuestra parte, ya hicimos ayer una pregunta a la Comisión Europea sobre Alcoa y Lugo. Nos comprometemos a pelear en Galicia, en España y en Europa para desarrollar políticas que fortalezcan el tejido industrial y exigir soluciones a la destrucción económica y la pérdida de empleos.

Lo único cierto es que mientras unos y otros se reprochan lo que no han hecho, hay una comarca en jaque, A Mariña, que sigue esperando soluciones.