La derrota de los ingleses

Eduardo Riestra
eduardo riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

04 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Escribo estas líneas mientras en Japón la selección sudafricana de rugbi gana la copa del mundo, pasando por encima de Inglaterra, que pierde con honor y queda extenuada. La honrosa derrota en una batalla territorial épica y emocionante. Y ver a los Springboks levantando la copa, un equipo de blancos y negros, es ver el sueño cumplido de Nelson Mandela, que nos contó John Carlin en El factor humano (y que en el cine se tituló Invictus). 

Los ingleses inventaron la mayoría de los juegos de pelota que se practican por el mundo. Como el fútbol. Y del impulso transgresor de un escolar llamado William Web Ellis en un partido de fútbol, cuando cogió el balón con la mano y echó a correr hacia campo enemigo, nació este juego que a mí tanto me apasiona. Y ver cómo los demás países del mundo van arrebatando a los ingleses las copas en sus propios deportes, me asombra y me admira. Les confiere a mis ojos una grandeza difícil de expresar.

El rugbi, para todos los que lo conocemos, es una de las grandes virtudes de los ingleses, pero no la única: el amor a su patria, la bravura, la nobleza. Por eso cuando veo a esos gigantes magullados, golpeados, derrotados, me acuerdo también del brexit con el que se quieren cerrar en sí mismos, para que ya nadie les quite nada. Para dejar de luchar contra las otras tribus.

El aislamiento en esas grandes islas del océano Atlántico. El miedo en el cuerpo. La derrota de Inglaterra ha sido un espectáculo grandioso. Y es una pena que el rugbi sea solo un juego.