Los luditas y las brigadas antirrobots

César Rodríguez Pérez
César Rodríguez JUEGO DE TRONOS

OPINIÓN

20 dic 2018 . Actualizado a las 16:35 h.

Siglo XIX. La revolución industrial causa una profunda huella en la sociedad británica. Es un terremoto de hierro, carbón y vapor. Lo cambia casi todo y rompe las estructura. Muchos lo abrazan, otros creen que el progreso es una amenaza, un enemigo, un monumental caballo de Atila. Se organizan para contraatacar. Crean un movimiento. Y la toman con las máquinas.

Cuenta la leyenda que el detonante fue la acción de un trabajador llamado Ned Ludd, que supuestamente incendió varias máquinas textiles. Como ocurre con otro mito británico como Robin Hood, no hay pruebas de su existencia. La batalla de los luditas estaba perdida de antemano, pero ganaron la de la historia: su nombre ha perdurado y ha vuelto a sonar en los últimos días. Por la robotización.

Al otro lado del charco una compañía llamada Waymo ha elegido Arizona como campo de pruebas para sus coches autónomos (sin conductor). Eso ha provocado la reacción de grupos de vecinos. Se han producido incidentes. Y han llegado a encañonar a alguna de las personas que viajan, como garantía de seguridad, en los vehículos. Es la nueva versión de la eterna rabia contra las máquinas, manifestada cuando apenas ha empezado la ola de la triple revolución del 5G, la inteligencia artificial y la Internet de las cosas.