La inmundicia

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

21 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En el Génesis dice Yahvé que no es bueno que el hombre esté solo, y crea a la mujer. Pero unos millones de años después, la iglesia católica le enmienda la plana a Yahvé y dice que sí, que solo, e instaura el celibato. Sobre eso no hay alusiones ni siquiera en el Nuevo Testamento, una obra tan reciente que es por ejemplo posterior a las comedias de Plauto. Todos sabemos de la larga tradición de curas con vida marital en los pueblos de Galicia (cuando los pueblos tenían cura), y que en las comunidades de Centroamérica los indios pedían que el misionero trajera una mujer con él para no quitarles las suyas. Es la imposición de la fuerza de la naturaleza, porque, como decía Karen Blixen, los ríos se desbordan porque viven en Mombasa. Pero luego está el averno: los curas pederastas. Y no, no son casos aislados, son el resultado de un propicio caldo de cultivo. Hay pederastas que viajan a Tailandia o entrenan a jóvenes gimnastas, o escuchan a los niños en confesión. Estos últimos nunca preguntan detalles físicos de pecados como el robo. Solo quieren saber más si se peca contra el sexto. Luego dicen misa. Pero son representantes de Dios en la tierra y la iglesia está por encima de las leyes de los hombres. Por ejemplo, del código penal. Como parece que Yahvé se quedó al margen del asunto, a mí me vienen a la cabeza los seis papas que yo he vivido. Muchos que lean esto serán católicos, muchos serán también padres, pero todos, absolutamente todos, hemos sido niños. Estas líneas son para ellos.