Me cae bien Pedro Sánchez: ¿es grave?

Javier Guitián
Javier Guitián EN OCASIONES VEO GRELOS

OPINIÓN

29 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En las últimas semanas empiezo a tener la sensación de que se ha abierto la veda contra el líder del Partido Socialista y no queda nadie que no le dispare, incluso sin licencia. Como no pertenezco a esa organización, no tengo especial interés en la cuestión, pero claro, cuando a alguien le atizan despiadadamente y, mucho más si el ataque es burdo y con falsedades, a uno le entran ganas de defenderlo, tal vez por las reminiscencias de las obras de misericordia.

Para empezar, se le cuestiona por haber tenido los peores resultados electorales en la historia del partido; es cierto. Dejando al margen que el Partido Popular perdió tres millones de votos, lo que no se dice es que cualquier dirigente que tomara las riendas del partido en ese momento hubiera tenido un resultado similar. Deberían los medios alabar la determinación de Sánchez y Madina para afrontar una situación como esa, sabiendo que la emergencia de Podemos y afines supondría una sangría de votos para el PSOE; pero no, leña al mono. Por cierto, lo mismo podría decirse de los candidatos en las elecciones gallegas o vascas que han asumido un reto similar.

La segunda cuestión que me entusiasma, por más que se diga con voz engolada, es esa estupidez de que no se puede gobernar con ochenta diputados, ¡pues claro que no! En el sistema español hace falta una mayoría en el Congreso para gobernar, diferente en primera o segunda votación, y si varios partidos suman esos diputados pueden formar Gobierno. Eso es tan democrático como cualquier otra posibilidad que sume ya que, me permito recordarlo, la mayoría de los españoles no votó al Partido Popular; otra cosa es que nos guste o que funcione.

Pero lo realmente sorprendente es que aquellos que no se presentaron a la secretaría general le atizan sin cesar desde sus baronías, consejos de administración, etcétera, dando lecciones de lo que debe hacer y lo que no. Es lamentable que unos señores que llevan toda la vida viviendo de la política, por cierto, algunos muy a la derecha de Feijoo o de Maroto, den ahora lecciones de lo que debe hacer el secretario general, que no es otra cosa que lo que ellos mismos acordaron. No hay más que leer las declaraciones del alcalde de Vigo, a tres días de las elecciones gallegas, diciendo que el candidato, las listas, y casi el partido no son los suyos: lo dice quien cosechó los peores resultados del PSOE en Galicia cuando no existían los emergentes. Dicho sea de paso, no creo que la juventud sea un valor en sí mismo, pero cuando yo empecé mi carrera en la universidad Abel Caballero ya se movía en coche oficial y ¡en cualquier momento, me jubilan!

Resumiendo: he decidido preguntar a los lectores si lo que me ocurre es grave, porque viendo la pobreza intelectual de los barones, y baronesas del Partido Socialista, Pedro Sánchez empieza a caerme bien. ¿Es grave?