El baloncesto sí es de segunda

Olalla Sánchez Pintos
Olalla Sánchez MOITO CONTO

OPINIÓN

25 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

No les falta razón a los amantes de la canasta que claman con pasión en Twitter contra Mediaset. ¿El motivo? El empeño inicial de la cadena de retransmitir el 4 de septiembre un amistoso de La Roja en directo y el encuentro entre España y Serbia del Mundial de baloncesto en diferido. Ambos choques se solapan en horario. Y el grupo, propietario de sendos derechos, se decanta por el fútbol.

Es lícito, aunque poco justificable, que la cadena elija al deporte rey (que también lo es en audiencias televisivas), a pesar de que un partido sea intrascendente y el otro pueda llegar a ser decisivo. También es comprensible que Mediaset no quiera que ambos caramelos televisivos se resten audiencia. De ahí que tanteen la opción de retrasar el choque ante los plavi o hayan llegado al extremo de pedir a la FIBA que cambie su horario, a pesar del perjuicio que supone para quienes tengan entrada.

La cadena busca que el negocio sea redondo. Ser honestos con la audiencia y ofrecer ambos choques en directo (tienen suficientes canales para hacerlo), no se ajusta al manual. Tampoco al de otros medios, aunque sean públicos.

Muchos aficionados apelan al interés nacional, un concepto difuso que se liga en demasía a la audiencia, área donde el baloncesto no logra competir. No tiene suficiente tirón mediático. Ese es el problema.