El consumo, en difícil transición

Xosé Carlos Arias
Xosé Carlos Arias VALOR Y PRECIO

OPINIÓN

06 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los datos que en los últimos meses se han ido conociendo apuntan a una ligera recuperación del consumo privado: si la media de las predicciones se cumple, acabaríamos el año con un aumento de en torno a un 1 %. Poca cosa después de las fuertes caídas de los últimos años.

La economía española necesita urgentemente, si se quiere que la reactivación sea más que propaganda, que la demanda interna cobre protagonismo frente al comportamiento más azaroso de las exportaciones y, para eso, la variable consumo es fundamental. Sin embargo, nada indica que esta situación, que calificaríamos de transición, vaya a dar lugar a un cambio radical de tendencias.

Véanse, por ejemplo, dos datos abiertamente contradictorios. Por un lado, en positivo, la última encuesta del CIS revela una mejoría en la confianza del consumidor. Por otro, el INE informó de que la tasa de ahorro de los hogares fue negativa entre enero y marzo, lo que da idea de que se han roto no pocas huchas para pagar ese mayor consumo. La renta disponible de los hogares era en el primer trimestre un 2,7 % inferior a la un año antes, lo que obviamente se explica por la erosión sufrida por los salarios.

Todo eso está en los resultados de la encuesta de Sondaxe, al igual que otro aspecto significativo: si durante los años de recesión el consumo se concentró en el sector de bienes no duraderos, ahora esa tendencia se mantiene y aún se reafirma. A nadie debiera extrañarle: para que se recupere de modo firme la compra de otros bienes, como la vivienda, es necesario que además de introducir estímulos al gasto, las rentas crezcan y desaparezca la fuerte restricción de crédito.