Hay autores que son capaces de lo mejor y lo peor. Que tienen un talento tan vivo que no deja de sorprender. Martin Amis es un caso claro. Ahora publica nuevo libro, Lionel Asbo, en el que con trazo genial dibuja una Inglaterra en descomposición. La Inglaterra de hoy. Amis es el autor de un extraño libro policíaco, Tren nocturno, que es una pequeña obra maestra. El escritor también de obras más conocidas como Dinero o La información. No se le puede negar nunca que juega al límite, y hace bien, frente a tantos autores que solo publican páginas políticamente correctas, textos de conformidad. Amis no es amable, pero es que tampoco quiere serlo. Ya dice él que «lo mío es crear monstruos masculinos». En Lionel Asbo nos habla de un criminal que se hace famoso porque le ha tocado la lotería. Pasa de criminal a dar entrevistas a los tabloides en su calidad de nuevo rico, algo que es muy habitual en Inglaterra, donde muchas veces los que juegan con más intensidad a la lotería son criminales o excriminales. Amis fue, como él define, casi un matrimonio homosexual no consumado con su gran amigo Hitchens, otro rey de la polémica que ya no está con nosotros. Y uno tiene la sensación de que la sociedad necesita a estos espíritus rabiosos y contradictorios para avanzar hacia alguna parte.