Se nos va

Gonzalo Parente VENTANA AL MUNDO

OPINIÓN

14 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La renuncia de Benedicto XVI ha originado variados artículos sobre sus motivos, su personalidad o el futuro papa. Ya Antony Giddens en Un mundo desbocado (Taurus, 2000), señaló que la globalización produce cambios e incertidumbres que están reestructurando profundamente nuestras formas de vivir y pensar. A este papa le tocó orientar a millones de católicos en los nuevos e inciertos tiempos, después de Juan Pablo II. Nadie mejor que Benedicto XVI, con su gran preparación intelectual para hacerlo. Así dictó las dos líneas magistrales para el gobierno de la Iglesia: la nueva evangelización y el acercamiento entre los creyentes, sean judíos, islámicos o cristianos, y dejó puestos los pilares de los futuros programas evangélicos. El papa que venga tendrá que continuar navegando con este rumbo. En su sencilla despedida a los sorprendidos cardenales, dijo que le faltaba vigor físico, pero no dijo nada de que le faltase vigor intelectual, que está intacto. Lo demuestran los tres libros que nos deja sobre la vida de Cristo. Si a Juan Pablo II le dispararon varios tiros que lo disminuyeron físicamente, a Benedicto XVI le traicionaron los pederastas eclesiásticos y sobre todo su mayordomo. Fueron tales disgustos que tuvieron que hacerle efecto a sus años y no lo pudo resistir. Pero estoy convencido de que se nos va, pero seguirá aportando ciencia y razón desde su retiro vaticano.