Un 20% de europeos reside en aglomeraciones de más de 250.000 habitantes, otro 20% vive en ciudades de tamano medio y un 40% lo hace en ciudades de 10 a 15.000 habitantes, configurando un espacio urbano que concentra el 80% de toda la población europea. El centro de gravedad de este territorio estaría ocupado por un pentágono imaginario que comprendería las aglomeraciones urbanas de Londres, París, Milán, Munich y Hamburgo, haciendo evidente el vínculo que existe entre competitividad e importancia de los principales espacios urbanos. Pero, ¿cuáles son las evidencias que se manifiestan en el entorno de la periferia de ese centro neurálgico europeo? Una treintena de ciudades pertenecientes a la Conferencia de Ciudades del Arco Atlántico se reunieron en Cardiff el 4 y 5 de julio pasados para despejar esta incógnita proponiendo la construcción de un modelo alternativo de desarrollo policéntrico y más equilibrado para nuestro territorio, a la búsqueda de un mayor desarrollo económico que acorte distancia con el centroeuropeo. En este contexto, a las ciudades atlánticas les preocupa la ampliacion de la UE hacia el este porque supondría la caída del porcentaje medio del PIB en los países miembros. Nuevos «objetivo 1» reclamarán su parte de un pastel que no es mayor ni mas nutritivo pero para el que aumentan los comensales cuando los actuales aún están lejos de ver satisfechas sus necesidades. Ciudades de Escocia, Irlanda, Gales, la Bretaña francesa y las fachadas cantábrica y atlántica de la península ibérica quieren opinar sobre cómo deben repartirse los futuros fondos europeos y buscan alianzas entre iguales con una única voz. Afirman que así se asegurará la cohesión territorial, mas allá de la ineludible cohesión económica y social para la Unión Europea. Frente al pentágono centralizador, un arco periférico se va configurando en el espacio fisico y mental de los europeos.