Otro descarrilamiento en Galicia

C. F. A CORUÑA

OPINIÓN

VEINTE DÍAS DE NOVIEMBRE C.F. Ya en la transición política, un alto mando de Renfe dijo, no se sabe si con sarcasmo, que una de las ventajas del estado de la red ferroviaria en Galicia era que los trenes tenían que ir a marcha más lenta, con lo que evitaban así muchos accidentes. A pesar de tan curiosa, y lamentable, deducción, aquí seguía habiendo accidentes de tren, aun en vías relativamente nuevas, cual era el caso del recorrido Zamora-Ourense-Santiago. El trágico balance, cinco muertos y seis heridos, no fue para tomárselo a broma.

08 nov 2000 . Actualizado a las 06:00 h.

Esta vez fue el expreso Rías Bajas, que hacía el trayecto Madrid-Vigo, vía Zamora-Ourense. La primera máquina del convoy y siete vagones más se salieron de la vía en un largo túnel existente entre las estaciones orensanas de Laza y Vilar de Barrio. El abogado Antonio Pérez, que tenía su bufete en Vigo y había ido a Madrid a realizar unas gestiones, sólo recuerda que, en pleno sueño (iba en un departamento de literas), se cayó de la cama. Eran las cinco de la mañana y las luces se apagaron. Quiso salir, con otros pasajeros, del vagón, pero las puertas se habían atascado. El suelo del pasillo estaba levantado como medio metro. Sin ayuda alguna, tardaron en salir hora y media, tras forzar la puerta de acceso al vagón anterior. En el mismo vagón que Antonio Pérez viajaba otro abogado, Alfonso Paz-Andrade, hijo del conocido galleguista vigués Valentín Paz-Andrade. No se explicaba el accidente. «Parece extraño _manifestaba a La Voz_ que en el interior de un túnel de 13 kilómetros de longitud, sin que exista una curva acentuada y sin que la velocidad fuese alta, se haya producido el descarrilamiento». Para mayor desgracia, varios de los vagones del convoy eran de madera, «modelo posguerra». Un tren de socorro transportaría a los pasajeros hasta un apeadero próximo, en donde tomaron unos autobuses que los llevaron a Ourense. En el exprés venían los jugadores del Calvo Sotelo, que se iban a enfrentar al Celta, en Balaídos, al día siguiente, en partido correspondiente a la Segunda División. Dos de los fallecidos eran Pedro Ortuño, director de Radio Popular de Puertollano, y Jesús Romero, jefe de publicidad de la misma. El redactor Santos Alonso resultó ileso, pero no pudo, por la emoción vivida, retransmitir el partido, haciéndolo en su lugar los compañeros de Cope Vigo Jaime Cross y Gerardo González Martín.