Rafael Contreras, consejero delegado de Nomadar y vicepresidente del primer club de fútbol español que cotiza en una gran bolsa
14 nov 2025 . Actualizado a las 19:03 h.Poco es lo que dura la alegría en la casa del pobre. Lo saben bien en el hogar de quienes les escribo hoy. Allí están muy acostumbrados a que a las alegrías les sucedan, a no mucho tardar, las penas. Pero que les quiten lo bailao. Que ellos ya han hecho historia al convertirse en el primer club de fútbol español que cotiza en una gran bolsa. Tan grande como el Nasdaq. O al menos una parte del equipo. Y no es ninguno de los que están pensando la mayoría. Porque hablamos del Cádiz. Nomadar, la filial de la escuadra andaluza que gestiona sus negocios fuera del campo, se estrenó el viernes de la semana pasada en el mercado estadounidense. Y lo hizo por todo lo alto, con un precio cercano a los 30 dólares por acción, lo que le otorgaba un valor de 370 millones de dólares. Ese día, el de la puesta de largo en el parqué neoyorquino, los títulos llegaron a alcanzar un precio máximo de 57,70 dólares.
Mientras eso sucedía, el amarillo del equipo lucía en las pantallas de Times Square, donde se encuentra una de las sedes del mercado más moderno del mundo. Hasta allí se desplazaron para tan sonada ocasión el presidente del club, Manuel Vizcaíno, que fue quien realizó el tradicional toque de campana; y Rafael Contreras, vicepresidente del equipo y consejero delegado de Nomadar. «El Nasdaq es la casa de los visionarios y Nomadar comparte el mismo espíritu conectando, deporte, tecnología y salud», declaraba ufano Contreras. «Este paso nos coloca en la élite económica del fútbol mundial», añadía.
Contreras dirige Nomadar desde diciembre del año pasado. Y es vicepresidente ejecutivo del Cádiz desde marzo del 2021, cargo al que sumó la vicepresidencia de la junta directiva en octubre de ese mismo año. Antes, en marzo del 2020, cofundó Humanox, una empresa de tecnología deportiva, de la que era consejero delegado y presidente hasta su incorporación al equipo de la tacita de plata. No es esa la única firma que ha fundado. Antes de Humanox fue Airtificial, especializada en la integración de inteligencia artificial con estructuras inteligentes y robótica colaborativa. Y, antes, Muving y Skully, una empresa de tecnología deportiva con sede en Atlanta.
Contreras tiene un doctorado en Ciencias Sociales y una licenciatura en Economía por la Universidad de Cádiz. Además, posee un segundo doctorado por la Universidad Pontificia Comillas IcaiI-Icade, un máster en Consultoría Estratégica por la Universidad de Bolonia, formación que redondeó con programa ejecutivo en liderazgo y tecnología en el MIT de Massachusetts.
Después de ese dulce debut, llegaron los sinsabores. El baño de realidad. Primero empataron a cero el fin de semana en su visita al Andorra. Un pinchazo a medias que les permite mantenerse todavía en los puestos de promoción a la Primera División del fútbol español. Y luego, el batacazo. El lunes, las acciones de Nomadar cayeron a plomo hasta un precio mínimo de 7,51 dólares, lo que dejó la capitalización —valor de mercado— de la firma en 181 millones de dólares.
Nada nuevo bajo el sol del Cádiz. Que para algo se ganó a pulso el sobrenombre de submarino amarillo, apodo que se disputa con el Villarreal, pero que la afición del Carranza reivindica para su querido club. Mantienen que no es solo cuestión de color. Que ellos se lo trabajaron a conciencia, y muy a su pesar, en la primera mitad de los ochenta, con sus continuos ascensos y descensos de Segunda División a Primera y viceversa. Y es que, cuentan las crónicas de los expertos de la época, que no lograba entonces el Cádiz formar un equipo para mantenerse en Primera, pero le sobraba plantilla para Segunda. Razón no le falta a la sufrida hinchada.