Denise Coates: todo a una carta

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La multimillonaria reina de las apuestas, fundadora de Bet365, se ha convertido en una de las ejecutivas mejor pagadas del mundo: solo el año pasado se embolsó 550 millones de euros entre salario y dividendos

18 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Es una de las ejecutivas mejor pagadas del mundo. Incluyendo hombres y mujeres, no vayan a creer. Tanto es así, que el año pasado se embolsó la friolera de 468,9 millones de libras (unos 550 millones de euros). Entre salario y dividendos. Para que se hagan una idea de lo mucho que gana, ahí va un detalle de lo más revelador: es tanto como el doble de lo que percibieron todos los consejeros del Ibex, y más del triple que lo que ingresaron los presidentes de esas mismas compañías.

Con semejantes emolumentos, no les extrañará que ocupe un puesto destacado entre las mayores fortunas del Reino Unido, o que se haya ganado también un hueco entre los patrimonios más abultados del planeta. Hablamos de Denise Coates, la fundadora y consejera delegada del grupo Bet365. La reina de las apuestas, que a eso es a lo que se dedica la compañía que fundó a partir del modesto negocio de sus padres y con la que ha logrado amasar una fortuna que supera los 5.000 millones de euros, según Forbes.

Nacida en el seno de una familia católica de Stoke-on-Trent, en el condado de Staffordshire, (centro de Inglaterra), Denise trabajó en la pequeña casa de apuestas que regentaba su padre hasta que decidió estudiar Econometría en la Universidad de Sheffield. De regreso a casa, con ideas nuevas rondando su cabeza y la intención de aprovechar las oportunidades que brindaba el todavía en pañales Internet de mediados de los noventa, retomó el trabajo en el negocio familiar. Empezó con la contabilidad y acabó gestionándolo, convirtiéndolo luego en todo un señor imperio.

¿Cómo? Se lo jugó todo a una carta. Y le salió bien. A la vista está. Corría el mes de enero del 2000 cuando puso en práctica la decisión que cambió su vida. Y la de los suyos. Adquirió entonces el dominio Bet365.com. Lo financió con un préstamo: de 22.000 euros. Como aval: el negocio familiar. Provincial Racing, se llamaba. Levantado por el padre de Denise con el dinero que ganó vendiendo comida por todos los estadios deportivos del país.

Un año le llevó darle forma a la web que la ha hecho millonaria. Lo hizo dentro de una caravana aparcada en un párking público de su localidad natal. La lanzó en el 2001. Había nacido la primera casa de apuestas virtual del mundo. Cuatro años después de aquello cerró todas las casas de apuestas que tenía su padre repartidas por el país. Las vendió por 44 millones de euros.

Nieta de un minero, a sus 53 años, sigue Coates huyendo de los focos como de la peste. No concede apenas entrevistas y son contadas sus apariciones públicas. Es casi tanto el misterio que la rodea, como el dinero que se amontona en su cuenta corriente. Tal es el hermetismo que ha sembrado alrededor de los suyos, que durante algún tiempo ni siquiera estuvo claro cuántos hijos tenía el matrimonio que forma con Richard Smith, ejecutivo del club de fútbol Stoke City, propiedad de la familia, que milita en la segunda división británica tras una década en la Premier League y que preside el padre de la empresaria.

Pues bien, la pareja tiene cinco hijos Cuatro de ellos fueron adoptados procedentes de una misma familia. Por supuesto, nada se sabe de aquella adopción. Tampoco si el quinto retoño de la pareja es también adoptado o biológico, para desgracia de los siempre insaciables tabloides británicos.

Con todo, y muy a su pesar, no consigue últimamente Coates esquivar las páginas de la prensa amarilla de su país. Sus últimas apariciones, motivadas por la polémica que ha generado la construcción de su nueva mansión, en el condado de Cheshire. No le falta de nada. Por no faltarle, no le falta ni un lago con barcazas. Las obras no han sido del agrado de sus nuevos vecinos. Ni eso, ni el hecho de que la empresaria haya adquirido a golpe de talonario muchas granjas cercanas. Entre otras cosas, para mantener su privacidad a buen recaudo. En ese terreno, sí que no fía Coates nada a la suerte. Prefiere jugar sobre seguro. Nada de riesgos.

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