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Una plaga de medusas gigantes entorpece la pesca en las rías

Marcos Gago Otero
marcos gago PONTEVEDRA / LA VOZ

SOMOS MAR

SAURO MARTINEZ

Ejemplares de gran tamaño se enredan en los aparejos

03 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La aparición de medusas enredadas en los aparejos de la flota artesanal se ha vuelto bastante común estas últimas semanas en las Rías Baixas. La mayor concentración se da en el entorno de la entrada a la de Pontevedra, pero también se las ha avistado en Arousa y Vigo. Son ejemplares de gran tamaño, que pueden superar un metro de longitud. Los individuos pertenecen a la especie Rhizostoma pulmo, que viven tanto en aguas abiertas como en la costa. Sin embargo, no es habitual encontrarlas ni tan dentro de las rías en estos días ya avanzado del otoño. Y mucho menos hallarlas en semejante cantidad.

RICARDO BARCÓN

Atrapadas en las redes, los marineros se las ven y se las desean para sacarlas de los aparejos sin dañarse. Y es que aunque la Rhizostoma no es tan venenosa como la famosa -y más pequeña- carabela portuguesa, sigue siendo una medusa y es fácil que provoque una reacción alérgica a quien las toque sin la debida protección.

Las medusas no tienen ningún valor comercial y, cuando aparecen enredadas en los aparejos, se devuelven al mar, aunque a veces vienen tan liadas, que es necesario romperlas para librar el arte. En algún caso, el marinero que las intentó liberar de las redes acabó en el centro de salud con un fuerte dolor en los ojos.

Desde la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños de Galicia (Cemma) se recomienda que no se toque ni siquiera con guantes finos, porque sus aguijones pueden traspasarlos. Por supuesto, si alguien las toca, no debe bajo ningún concepto llevarse las manos a los ojos. También están apareciendo ejemplares varados en las playas y se advierte de que se tenga cuidado con los perros, porque puede provocarles las mismas reacciones adversas que a los humanos.

Desde hace semanas

Los avistamientos se llevan produciendo desde hace semanas en casos de ejemplares aislados. No es posible ponerle puertas al mar, recuerdan algunos pescadores, que inciden en que suele encontrarse alguna de vez en cuando. Lo excepcional de esta temporada es que se han vuelto más habituales y que ya no se divisan solo en el exterior de las rías, pese a que es en estos ámbitos donde ahora hay más.

JACOBO SANTORO / CEMMA

Solo en la ría de Pontevedra, profesionales del mar y vecinos particulares las han visto en Aguete, en Marín; Combarro, en Poio; Os Praceres, en Pontevedra; y hasta en la mismísima desembocadura del río Lérez, en As Corbaceiras. Desde la Cemma confirman avistamientos también en lugares tan dispares como O Grove, Carril y Ribeira, en la ría arousana. Un ejemplar de gran tamaño también llamó la atención de los usuarios de una de las dársenas del puerto de Vigo. El color blanco de estas medusas las hace ser más visibles todavía en las aguas de las rías y sus proporciones difícilmente pasan inadvertidas. En todos los avistamientos en el interior de las rías se trató de animales solitarios.

No se sabe cuánto tiempo seguirán presentes en las Rías Baixas, pero por ahora no se han divisado casos en el litoral más al norte de Corrubedo.

Su ciclo vital acerca estos animales a la costa

En la actualidad no existe una explicación científica que justifique la presencia de las medusas Rhizostoma pulmo en las orillas de las playas pontevedresas. La investigadora del Instituto Español de Oceanografía en Vigo Eva Velasco explicó que existen precedentes de la arribada a la costa de las Rías Baixas de muchísimos más ejemplares de los que este otoño están sorprendiendo a la bajura. En noviembre del 2004, por ejemplo, en la ría de Arousa llegaron a cientos. Velasco indica que es una especie «que vive tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico» y recalca que su arribada a Pontevedra «no es la primera vez que pasa».

Desde el IEO en Vigo, han abierto una página web donde se estudia la presencia de animales y plantas que llamen la atención por su rareza en las aguas españolas o por sus efectos. Es el proyecto Diversimar (www. diversimar.cesga.es), donde sí han percibido el incremento de avistamientos de estas medusas por parte de los ciudadanos, que les notifican cosas que les llaman la atención en el mar. Sin embargo, si se debe a que las aguas estuvieron más calientes o si es por las mareas es un tema por definir.

Sobre la Rhizostoma, Velasco apunta que «se dan en aguas abiertas y se acercan a la costa por su propio ciclo vital». También señala que la presencia de medusas en el ecosistema marino no es malo. Por ejemplo, son el alimento de las tortugas laúd.